Un grupo de direcciones de Bitcoin (BTC) está desafiando la lógica del mercado: acumulan sin liquidar un solo satoshi, y hoy poseen más de 266.000 BTC, alcanzando un máximo histórico según datos de CryptoQuant.
El fenómeno de las “accumulator wallets”
Estas billeteras, conocidas como accumulator addresses, se caracterizan por un patrón exclusivo: reciben múltiples transacciones de entrada pero jamás registran salidas. Para calificar dentro de esta categoría, deben tener al menos dos compras y ninguna venta. Su crecimiento confirma la narrativa de Bitcoin como reserva de valor a largo plazo, más allá de su volatilidad diaria.
El aumento en este tipo de direcciones refleja cómo inversionistas minoristas e institucionales fortalecen la visión de Bitcoin como un activo duradero. A medida que compañías listadas en bolsa suman BTC a sus tesorerías y la adopción global avanza, este comportamiento se convierte en un termómetro de la confianza intergeneracional en la criptomoneda.
Desafíos en el mercado de comisiones
Sin embargo, no todo es optimismo. Un análisis de Galaxy Digital alerta sobre un punto débil en la sostenibilidad de la red: la caída en la competencia por espacio en bloques. Tras el halving de 2024 y la disminución del uso de Ordinals y Runes, cerca del 15% de los bloques se procesan con comisiones mínimas.
Si bien los usuarios disfrutan de transacciones más baratas, los mineros enfrentan menores incentivos económicos. Con las recompensas reduciéndose cada cuatro años, la seguridad del sistema depende de que las tarifas compensen esa pérdida. La advertencia es clara: sin un repunte de actividad en cadena, Bitcoin corre el riesgo de transformarse en una simple capa de liquidación sin liquidez real.
Bitcoin en compresión: ¿ruptura inminente?
En el frente técnico, el análisis de Bitcoin Vector destaca que la criptomoneda se encuentra en una fase de compresión de precio, intentando recuperar el rango entre 112.000 y 121.000 dólares. Un cierre diario sostenido por encima de los 112.000 dólares sería una señal decisiva para los alcistas.
Los niveles de 113.600 y 115.600 dólares son vistos como puntos de validación: consolidar allí abriría la puerta a un cambio de tendencia con impulso alcista. En este escenario, la acumulación de largo plazo podría alinearse con un repunte técnico en el corto plazo, reforzando la narrativa de que la paciencia de los holders podría verse recompensada.