Para el analista Alessio Rastani, la respuesta es sí. El veterano trader asegura que Bitcoin se encuentra en una configuración técnica clásica que históricamente ha marcado grandes rebotes, incluso cuando el sentimiento es abrumadoramente negativo.
Un mercado pesimista que podría estar en el punto de giro
Bitcoin cotiza alrededor de $91.000, con un rebote semanal superior al 6%, pero todavía un 28% por debajo de su máximo histórico alcanzado en octubre. A pesar de este retroceso, Rastani sostiene que el mercado está interpretando de forma equivocada la reciente corrección, y que la estructura de precio continúa alineada con un ciclo alcista más amplio.
El analista revisó todos los death crosses registrados desde 2011 —el cruce técnico donde la media móvil simple de 50 días cae por debajo de la de 200 días— y encontró que aproximadamente el 75% de estas señales coincidieron con zonas de fondo importantes. En la mayoría de los casos, Bitcoin registró retornos positivos dentro de los tres meses posteriores.
Para Rastani, el efecto es aún más fuerte cuando el cruce bajista aparece poco después de un máximo histórico, como ocurrió el 15 de noviembre. Este patrón, combinado con un sentimiento extremo, crea lo que él describe como “el escenario clásico para un rebote significativo”.
Un clima emocional dominado por el miedo
El Fear & Greed Index se ha mantenido en territorio de “miedo extremo” durante semanas, mientras que redes sociales y foros se llenan de predicciones catastróficas que apuntan a precios de hasta $10.000 por BTC. Esa capitulación emocional, según Rastani, suele marcar las últimas etapas de una corrección, donde los compradores tardíos abandonan el mercado impulsados por el pánico.
Su escenario base contempla un rebote de 15% a 20% en las próximas semanas, con una probabilidad creciente de que Bitcoin registre nuevos máximos a inicios de 2026, en lugar de recuperarlos antes de finalizar el año.
Para el trader, el retroceso actual no invalida la tendencia macro: Bitcoin continúa defendiendo soportes estructurales y el RSI semanal se encuentra en niveles históricamente asociados con pisos de mercado.
Métricas on-chain reflejan un panorama mixto
No todos los analistas comparten el optimismo. Indicadores como los MVRV de 30 y 365 días permanecen en negativo, sugiriendo que una parte significativa del mercado sigue en pérdidas no realizadas.
Además, las ballenas con entre 10 y 10.000 BTC han reducido sus posiciones durante seis semanas consecutivas, una señal que dificulta proyectar una recuperación rápida hacia los seis dígitos.
En los derivados, el nivel de apalancamiento continúa siendo un riesgo sistémico. Según el análisis de Joao Wedson, fundador de Alphractal, Bitcoin “es uno de los activos más apalancados de la historia”, con los perpetual futures alcanzando en octubre un open interest casi cinco veces mayor al de 2021.
Las plataformas Binance y Bybit concentran la mayor parte de estas posiciones, con un mercado fuertemente inclinado hacia el lado largo: cerca del 72% del valor total corresponde a apuestas alcistas, un equilibrio que puede producir liquidaciones en cascada ante cualquier volatilidad.
Un rebote posible, pero aún no confirmado
Aunque el miedo extremo y el patrón técnico apoyan la tesis de Rastani, las señales on-chain y el comportamiento de grandes tenedores muestran que la presión vendedora todavía no se ha disipado. El mercado se mueve entre dos fuerzas opuestas: una estructura técnica que históricamente ha anticipado repuntes y un ecosistema de derivados que sigue altamente expuesto al apalancamiento.
El precio de Bitcoin, por ahora, continúa navegando una zona crítica donde la reacción de los traders —no solo los modelos— definirá si el próximo gran movimiento será el rebote que muchos esperan o una nueva prueba de soportes.


