¿Está regresando el apetito institucional por las criptomonedas? Los últimos flujos de inversión sugieren que sí. Según CoinShares, los fondos de activos digitales captaron 1.913 millones de dólares en la última semana, lo que eleva los activos bajo gestión del sector a un récord de 40.4 mil millones de dólares en 2025.
Bitcoin y Ethereum lideran la entrada de capital
El gran protagonista fue Bitcoin, que absorbió $977 millones en flujos semanales, con una racha de cuatro semanas consecutivas de entradas positivas. En lo que va de septiembre, los productos ligados al BTC acumulan $3.9 mil millones en inversiones, consolidando su papel como activo preferido de los fondos cotizados.
Ethereum también brilló, captando $772 millones, lo que refuerza su posición como la segunda mayor apuesta institucional. Desde enero, los ETFs de ETH ya han recibido $12.6 mil millones, estableciendo un nuevo récord anual.
Altcoins ganan tracción en el radar institucional
El interés no se limitó a los “blue chips” del mercado. Solana sumó $127 millones, mientras que XRP atrajo $69 millones. Aunque en menor medida, Cardano, Chainlink y Sui también reportaron flujos positivos, lo que muestra que los inversores comienzan a diversificar más allá de Bitcoin y Ethereum.
En contraste, los productos de inversión multi-activo registraron salidas de $38 millones, y los fondos cortos de Bitcoin continuaron con su tendencia bajista, perdiendo $3.5 mil millones en lo que va del año.
Gráficos muestran fortaleza de las entradas
Los datos de SoSoValue reflejan que, junto con el precio de Bitcoin en torno a los $115,000, los inflows diarios superaron los $220 millones, impulsando el total de activos en fondos a más de $152 mil millones. La correlación entre entradas positivas y repuntes de precio reafirma la influencia del capital institucional en la dirección del mercado.
Impacto de la política monetaria de la Fed
El repunte coincide con la reciente decisión de la Reserva Federal de EE. UU., que aplicó un recorte de 0,25 puntos porcentuales en la tasa de interés, el primero de 2025. Aunque inicialmente se percibió como una medida “hawkish”, el mercado terminó interpretando el ajuste como positivo para los activos de riesgo, lo que aceleró el regreso del capital hacia los fondos cripto.