Una nueva ola de tensiones geopolíticas sacudió los mercados internacionales durante el fin de semana, provocando una caída pronunciada en el precio de Bitcoin, que perforó el nivel psicológico de los $100,000 por primera vez desde mayo. El desplome ocurrió tras un ataque aéreo sorpresa de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes y una respuesta contundente del Parlamento de Irán, que votó a favor de cerrar el Estrecho de Ormuz, uno de los puntos clave para el comercio mundial de petróleo.
Liquidaciones masivas en el mercado cripto
Datos de Coinglass indican que se liquidaron más de $1.790 millones en posiciones cripto desde el viernes, siendo casi un 70% de ellas apuestas largas. El precio de Bitcoin llegó a caer un 4.2%, tocando un mínimo de $98,300 durante la noche del domingo, antes de recuperar alrededor del 3.1% en las primeras horas del lunes en Asia.
Ethereum también sufrió una fuerte corrección, con una pérdida del 17% durante el fin de semana. No obstante, mostró una recuperación parcial del 6.75% en el mismo período. La principal altcoin del mercado acumula una caída del 21% desde su máximo local de mediados de mes, cuando llegó a los $2,877.
Este tipo de movimientos reflejan la sensibilidad que tienen los activos de riesgo frente a eventos geopolíticos. La elevada exposición apalancada de muchos traders acentuó la magnitud del retroceso. “La rapidez con la que se liquidó casi un billón de dólares muestra que el mercado no estaba preparado para una escalada repentina de esta naturaleza”, comentó un operador de derivados.
Petróleo, oro y mercados tradicionales
Mientras tanto, los precios del petróleo reaccionaron con fuerza. El Brent alcanzó un máximo intradía de $81.40, su nivel más alto en cinco meses, antes de retroceder y cerrar alrededor de $77.73, con una ganancia diaria del 0.93%. El WTI también subió, superando los $78 antes de estabilizarse por debajo de los $75.
Analistas advierten que si Irán implementa efectivamente el cierre del Estrecho de Ormuz, los precios del crudo podrían dispararse por encima de los $100, y no se descartan escenarios de $120 o incluso $150 por barril si el conflicto se prolonga. “Una escalada prolongada puede catapultar al Brent hacia los tres dígitos sin dificultad”, afirmó Sugandha Sachdeva, estratega de SS WealthStreet.
Curiosamente, el oro no actuó como refugio en esta ocasión. Su cotización cayó un 0.4%, situándose en $3,355 por onza, mientras que los futuros en COMEX bajaron un 0.5% hasta los $3,370. La fortaleza del dólar estadounidense, impulsado por flujos de refugio seguro, fue señalada como la principal causa de la debilidad del oro. “El repunte del dólar limitó el avance del oro a pesar de los riesgos crecientes”, explicó Tim Waterer, analista de KCM Trade.
Reacción de los mercados financieros
Los futuros del S&P 500 bajaron un 0.3% en la apertura del lunes, recuperándose de pérdidas más pronunciadas durante la noche. La reacción moderada sugiere que los inversores aún perciben el conflicto como una crisis regional contenida y no como un desencadenante de riesgo sistémico global.
Por su parte, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense se mantuvieron estables, reforzando esa misma percepción. Sin embargo, la evolución de los acontecimientos podría modificar rápidamente la postura de los mercados.
El Estrecho de Ormuz: punto crítico para la energía mundial
Aunque la votación del Parlamento iraní fue aprobada, el cierre del Estrecho de Ormuz aún no se ha hecho efectivo. La decisión final recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán y en el Líder Supremo, Ayatollah Ali Khamenei.
El Estrecho de Ormuz es un paso vital para la economía mundial: por él transita el 20% del petróleo consumido globalmente y un tercio del comercio marítimo de crudo. Una interrupción, aunque sea temporal, podría desatar una cadena de efectos sobre los precios de la energía, la inflación global y el crecimiento económico.
Expectativas frente al mercado
Economistas advierten que un alza prolongada en el precio del petróleo podría reducir el PIB global en un 1 a 2%. Los bancos centrales enfrentarían entonces un dilema: subir las tasas para frenar la inflación o bajarlas para estimular una economía golpeada por el aumento en los costos energéticos.
Donald Trump, presidente de EE.UU., declaró que su gobierno está abierto a negociaciones pero al mismo tiempo endureció el discurso, afirmando que es momento de “Hacer Irán Grande Otra Vez”, en una mezcla de provocación y apertura diplomática.
Esta semana será crucial para los mercados. Además de los eventos geopolíticos, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, hablará en dos oportunidades, y sus declaraciones podrían ofrecer pistas sobre cómo la política monetaria estadounidense responderá a un entorno más incierto.
La caída de Bitcoin por debajo de los $100,000, junto con el sacudón en los mercados energéticos y financieros, ofrece un recordatorio del papel emergente del criptoactivo como barómetro geopolítico. Más allá de su narrativa como refugio digital o activo especulativo, su comportamiento ante crisis internacionales empieza a tener peso propio.