¿Qué pasaría si Bitcoin alcanzara la mitad de la capitalización de mercado del oro? Según proyecciones de VanEck, este escenario podría materializarse en los próximos años, impulsando el precio de la principal criptomoneda del mundo hasta los $644.000 por BTC. En un contexto marcado por el deterioro fiscal en Estados Unidos y la creciente desconfianza hacia las monedas fiduciarias, tanto Bitcoin como el oro han emergido como los grandes ganadores del mercado global en 2025.
Ambos activos han superado ampliamente a otras clases de inversión tradicionales. El oro ha escalado un 48% en lo que va de año, alcanzando un máximo histórico cercano a los $4.000 por onza, mientras que Bitcoin ha ganado más del 30%, estableciendo un nuevo récord por encima de los $126.000. Es la primera vez que las dos principales reservas de valor encabezan simultáneamente el ranking de rendimiento anual.
Fuga hacia activos duros: el refugio frente al dólar
El impulso detrás de esta tendencia es claro: con un endeudamiento federal creciente, riesgos de cierre gubernamental prolongado y expectativas de que la Reserva Federal cambie su política de tasas, los inversionistas están redirigiendo liquidez hacia activos capaces de preservar el poder adquisitivo a largo plazo.
De acuerdo con la plataforma de análisis Ecoinometrics, Bitcoin supera al oro en retornos totales, mientras que el metal precioso continúa dominando en términos de rendimiento ajustado por riesgo. Esta dinámica se ha mantenido constante durante los últimos dos años, reflejando una preferencia sostenida por los llamados hard assets en un mundo donde el valor del dinero fiduciario se erosiona lentamente.
El halving de 2028: catalizador de un nuevo ciclo alcista
El verdadero punto de inflexión podría llegar en abril de 2028, cuando ocurra el próximo halving el evento que reduce a la mitad la emisión de nuevos bitcoins, limitando la oferta y, potencialmente, impulsando los precios si la demanda se mantiene estable. Según Matthew Sigel, jefe de investigación de activos digitales en VanEck, este mecanismo podría catapultar a Bitcoin hasta representar la mitad de la capitalización de mercado del oro.
La percepción entre los inversionistas jóvenes, especialmente en mercados emergentes, refuerza esta proyección. Cada vez más personas ven a Bitcoin como un almacén de valor superior, no solo por su escasez programada, sino también por su naturaleza digital, divisible y transferible sin intermediarios.
Bitcoin vs. oro: más allá del valor, una revolución tecnológica
Para veteranos del sector como Dave Weisberger, fundador de CoinRoutes, el “verdadero mercado alcista” de Bitcoin aún no ha comenzado si se mide en términos de oro. A medida que la criptomoneda se consolide como el “dinero duro preeminente”, podría superar al metal en rendimiento durante los próximos ciclos.
Incluso voces reconocidas como David Marcus, expresidente de PayPal, sostienen que si Bitcoin fuese valorado como el oro, su precio justo superaría los $1,3 millones por unidad. Esta visión se fundamenta en su ventaja tecnológica: a diferencia del oro, Bitcoin no solo es un activo de reserva, sino también una infraestructura financiera programable que permite casos de uso imposibles para las materias primas tradicionales.
Una transición silenciosa hacia el “oro digital”
Los datos históricos respaldan esta tendencia: desde 2011, Bitcoin ha superado sistemáticamente a todas las clases de activos tradicionales en rendimiento acumulado, y su precio expresado en gramos de oro ha crecido exponencialmente en la última década. En paralelo, el oro ha mantenido su posición como el refugio más estable, liderando en eficiencia de riesgo.
En un mundo donde la geopolítica se vuelve más incierta y la confianza en el dinero estatal se debilita, la convergencia entre ambos activos ya no es una hipótesis remota. Si Bitcoin continúa consolidando su narrativa como “oro digital”, el próximo gran salto podría situarlo más cerca que nunca de un rol histórico que durante siglos ha pertenecido exclusivamente al metal amarillo.