Un movimiento pequeño, pero en un mercado tan frágil como el actual, puede marcar la diferencia entre un soporte estructural… o una recaída hacia una nueva fase de presión vendedora.
Los spot Bitcoin ETFs en Estados Unidos cerraron noviembre con un giro inesperado: tras cuatro semanas de sangría que sumaron más de $4.3 mil millones en salidas, el sector registró un modesto inflow de $70 millones en los últimos días del mes, según datos de SoSoValue.
El cambio es pequeño en tamaño, pero enorme en señal: indica agotamiento en la presión vendedora, justo cuando el mercado entra en diciembre con liquidez delgada, flujos inciertos y un calendario macroeconómico dislocado.
Un noviembre que puso a prueba a los ETFs
La estructura de mercado quedó expuesta como pocas veces.
Los ETFs registraron $3.48 mil millones en salidas, el segundo peor resultado desde el lanzamiento del complejo spot y una prueba de fuego para su papel como formadores de precio en Bitcoin.
Los movimientos no fueron homogéneos:
BlackRock IBIT lideró las salidas con $2.34 mil millones, un giro drástico para el ETF que dominó gran parte de los inflows en 2024–2025.
Fidelity FBTC perdió $412.5 millones.
Grayscale GBTC continuó su descenso con $333 millones en redenciones.
ARKB y VanEck HODL completaron el cuadro con $205.8 millones y $121.9 millones, respectivamente.
Aun así, Bitcoin mantuvo los mid-$80,000s, señal de que la demanda estructural —incluyendo compradores de mediano plazo— absorbió gran parte de las ventas tácticas.
Desde enero de 2024, los ETFs aún acumulan $57.71 mil millones en flujos netos y manejan aproximadamente $120 mil millones en activos.
Por qué un inflow de $70 millones es más importante de lo que parece
La clave está en la elasticidad de emisión tras el halving de 2024.
Con un subsidio reducido a 3.125 BTC por bloque, el mercado solo recibe ~450 BTC diarios, equivalentes a $38–40 millones en presión vendedora proveniente de los mineros.
Esto significa:
Flujos positivos de $50M–$100M/día pueden absorber múltiples veces la emisión diaria.
Cuando las creaciones son fuertes, los market makers deben comprar spot para satisfacer unidades de creación, empujando el precio hacia arriba ante la escasez de oferta nueva.
Cuando hay salidas superiores a $100M/día, ocurre lo contrario: deben devolver BTC al mercado, aumentando la oferta en un contexto de liquidez reducida.
Noviembre estuvo en ese segundo escenario: outflows diarios masivos, en un mercado ya de por sí frágil.
El pequeño inflow de fin de mes indica un posible cambio de dinámica justo cuando comienza diciembre.
Diciembre llega con una brecha de visibilidad macro
El mercado enfrenta una anomalía rara: la Reserva Federal tendrá su reunión del FOMC el 9–10 de diciembre, pero el nuevo dato de inflación (CPI) no llegará hasta el 18 de diciembre, debido a retrasos por el apagón estadístico federal.
Esto obliga a los traders a volar “a ciegas”:
El mercado tendrá política monetaria sin datos de inflación actualizados.
Una señal hawkish sin un CPI que la contradiga podría endurecer rápidamente las condiciones financieras.
En diciembre la liquidez cae drásticamente por cierres de año, lo que amplifica cualquier movimiento en ETFs o derivados.
Es un terreno donde pequeños flujos pueden producir grandes velas.
Los rangos de flujo que definirán el mes
En un mercado tan dependiente de los ETFs, los traders están priorizando flow bands por encima de objetivos de precio:
| Banda de flujo (diario) | Impacto mensual | Implicación |
|---|---|---|
| +$150M a +$200M | +$3B a +$4B | Fuerte presión alcista, absorción total de emisión. |
| +$50M a +$100M | +$1B a +$2B | Soporte estructural, absorción múltiple. |
| –$50M a –$150M | –$1B a –$3B | Replicación del estrés de noviembre. |
| 0 a +$50M | Neutro a levemente positivo | Equilibrio frágil. |
| Por debajo de –$150M | Peor que –$3B | Estrés severo de liquidez. |
Si el inflow de $70M visto al cierre de noviembre tiene continuidad, los ETFs pasarían a absorber varias veces la emisión diaria, eliminando la presión artificial que impulsó la corrección del mes pasado.
Los ETFs de Bitcoin entran a diciembre en un punto crítico: el gigantesco drenaje de liquidez de noviembre dio paso a un inflow tímido pero decisivo, justo antes de un mes marcado por baja liquidez, riesgo macro elevado y una dependencia absoluta de los flujos institucionales.
En este escenario, serán los flow bands —y no las narrativas— los que definan hacia dónde se moverá Bitcoin rumbo al cierre del año.


