Bitcoin comenzó agosto con una tendencia bajista, registrando una caída superior al 3% en las últimas 24 horas llevó su precio por debajo de los $115,000. Sin embargo, los datos indican que la presión vendedora provino principalmente de actividad en el mercado spot y no de liquidaciones masivas en el mercado de derivados.
Una caída impulsada por nuevos participantes
Durante este retroceso, se produjeron liquidaciones por más de $200 millones en el mercado, pero la mayor parte de la presión bajista tuvo su origen en ventas al contado. Según datos de Glassnode, los vendedores más activos fueron los denominados “short-term holders” o tenedores de corto plazo, es decir, inversores que adquirieron sus BTC en los últimos meses.
De los $21.34 mil millones en BTC negociados en el período analizado, aproximadamente $18.24 mil millones (85,5%) correspondieron a este grupo de inversores recientes. En contraste, los holders a largo plazo aportaron solo el 14,5% de los volúmenes, equivalente a $3.10 mil millones.
El rol de los short-term holders en el sentimiento del mercado
Este comportamiento resalta un patrón común en el mercado cripto: los inversores de corto plazo tienden a reaccionar de forma más inmediata ante caídas de precio, generando ventas rápidas para proteger ganancias o evitar pérdidas mayores.
En este caso, la caída de Bitcoin parece más vinculada a una corrección técnica y a toma de ganancias por parte de inversores recientes, que a una capitulación o salida masiva de capital institucional. Este tipo de ventas, aunque generan volatilidad, no necesariamente indican un cambio profundo en la tendencia de largo plazo.
El mercado sigue en zona de beneficios
A pesar de la presión vendedora, la mayoría del mercado de BTC sigue en ganancia. El indicador “Percent Supply in Profit” de Glassnode, que mide el porcentaje de la oferta circulante de Bitcoin que está en ganancias no realizadas, se ha mantenido por encima del 90% durante más de un mes.
Este dato es relevante porque muestra que, aunque hay caídas puntuales, la posición general de los inversores sigue siendo favorable. Sin embargo, un alto porcentaje de ganancias latentes también puede incrementar la presión para realizar beneficios, generando ventas adicionales si el precio experimenta debilidad.
Interpretando la señal para el corto plazo
La actividad de los short-term holders sugiere que la reciente caída podría tratarse de un movimiento correctivo más que de una reversión de tendencia mayor. Los holders a largo plazo, que representan la base más sólida del mercado, no han reducido significativamente sus posiciones, lo que aporta estabilidad al panorama.
El precio en torno a los $115,000 podría actuar como un nivel técnico de soporte clave en las próximas sesiones, siempre que la presión de venta no aumente de manera abrupta.
Perspectiva a mediano plazo
En contextos donde más del 90% del suministro está en ganancias, el mercado tiende a enfrentar episodios de toma de beneficios, especialmente entre los inversores más recientes. Sin embargo, si los niveles de soporte se mantienen y no se produce un deterioro macroeconómico o regulatorio, Bitcoin podría estabilizarse y retomar su tendencia previa.
Los analistas señalan que la resiliencia de los holders a largo plazo y la liquidez relativamente contenida en el mercado de derivados son factores que reducen el riesgo de una caída más pronunciada.
Bitcoin abrió agosto con una corrección marcada por la venta de tenedores de corto plazo, pero el mercado sigue mayoritariamente en zona de beneficios. La estructura de holders a largo plazo se mantiene sólida y los niveles actuales podrían representar una pausa técnica más que un cambio de tendencia. El próximo movimiento dependerá en gran medida del comportamiento de estos inversores y de si los soportes clave logran mantenerse ante la presión de toma de ganancias.