Bitcoin cerró la semana con su mejor desempeño histórico en términos de cierres semanales, superando los $106,000 y extendiendo su racha ganadora a seis semanas consecutivas. Según el exdirector ejecutivo de BitMEX, Arthur Hayes, este no es un simple rally, sino la antesala de un movimiento mayor: la activación de la próxima “alt season”, o fase del mercado donde las altcoins superan en rendimiento a BTC.
Pero para que esa rotación ocurra, Hayes sostiene que Bitcoin necesita alcanzar niveles más decisivos.
“Bitcoin debe romper los $110,000 y dirigirse hacia los $150,000 o incluso los $200,000 para que se dispare una verdadera rotación hacia altcoins”, declaró recientemente.
Este nivel clave, que podría alcanzarse entre el verano y el inicio del tercer trimestre, actuaría como disparador para una redistribución de capital en el mercado cripto, siguiendo patrones vistos en ciclos anteriores.
Alt season: ¿imitación del 2021 o nueva lógica selectiva?
La alt season es un fenómeno cíclico bien conocido por los inversores veteranos: cuando Bitcoin consolida su dominancia y el capital comienza a buscar oportunidades de mayor rentabilidad en tokens alternativos. Sin embargo, Hayes advierte que el próximo ciclo no se parecerá al de 2021, cuando “prácticamente cualquier token subía un 300% sin importar sus fundamentos”.
Según el gestor del fondo Maelstrom, esta vez el mercado será más exigente y discriminatorio:
“Muchos de esos tokens ‘dinosaurios’ tienen una valoración completamente inflada, una circulación baja, sin usuarios, sin ingresos y apenas un listado en algún exchange centralizado. No veo razón para que sobrevivan en el nuevo ciclo.”
Esta visión introduce una lectura más madura del mercado: la narrativa moverá capital, pero solo hacia proyectos que logren capturar atención, ofrecer usabilidad o formar parte de una tesis convincente.
Bitcoin a $200,000… y más allá
Arthur Hayes no se limita al corto plazo. Su tesis general es ambiciosa: proyecta que Bitcoin alcanzará $200,000 en el próximo impulso alcista, y que podría cerrar 2025 en torno a los $250,000, con miras a un objetivo de $1 millón hacia 2028.
Este cronograma coincide con el fin del mandato presidencial de Donald Trump, a quien Hayes ha respaldado públicamente. El actual contexto geopolítico, según él, favorece la narrativa monetaria alternativa, donde Bitcoin representa una cobertura frente al desorden fiscal y la erosión del valor del dólar.
ETF, flujos institucionales y narrativa monetaria
Lo que fortalece esta visión no son solo las proyecciones. El comportamiento de Bitcoin en las últimas semanas ha estado respaldado por:
Entradas masivas en ETFs spot, especialmente en productos como el de BlackRock.
Reducción de saldos en exchanges, lo que indica acumulación a largo plazo.
Demanda corporativa, con empresas como Strategy y Metaplanet incorporando BTC a sus balances.
Estabilidad macroeconómica, con una Fed dispuesta a flexibilizar sin urgencia inflacionaria.
Estas señales apuntan a que el movimiento actual no es especulativo, sino el reflejo de una nueva etapa de adopción estructural.
Ethereum vs Solana: la batalla por el segundo lugar
En cuanto a las altcoins, Hayes también se refirió a una de las comparaciones más debatidas del momento: Ethereum versus Solana. Su apuesta es clara:
“Ethereum podría superar a Solana durante los próximos 18 a 24 meses de este ciclo alcista.”
A pesar de los problemas de escalabilidad y el ruido crítico, Hayes cree que la robustez del ecosistema Ethereum, su base de desarrolladores y sus aplicaciones reales lo convierten en una mejor apuesta a mediano plazo. Solana, aunque veloz, aún lucha con temas de estabilidad y centralización percibida.
La visión de Arthur Hayes presenta un marco de referencia sólido: Bitcoin está liderando el ciclo, pero la rotación hacia altcoins aún no ha comenzado. Para eso, será necesario ver una ruptura sostenida de los $110,000, acompañada de mayores volúmenes y narrativas atractivas que justifiquen la migración de capital.
En un entorno donde la macroeconomía acompaña, las instituciones compran, y los ETF canalizan flujos, las condiciones están maduras. Lo que falta es el disparo de salida.