En un giro sin precedentes que fusiona la geopolítica, la seguridad nacional y el avance tecnológico, senadores estadounidenses y altos mandos militares están impulsando la creación de una Bitcoin reserve federal. Esta iniciativa, que propone acumular hasta un millón de BTC en el Tesoro de Estados Unidos en cinco años, se enmarca como un componente clave de la defensa económica y una estrategia para afianzar la soberanía digital del país.
La senadora republicana Cynthia Lummis, en su intervención en la Conferencia Bitcoin 2025 en Las Vegas, reveló que ha sostenido conversaciones con generales de alto rango del ejército que respaldan activamente esta propuesta. Según sus palabras, estos oficiales reconocen que el poder económico es tan esencial como el militar para enfrentar a los agresores globales.
Del oro físico al Bitcoin: una visión de reservas estratégicas
Comparando la posible reserva de Bitcoin con el histórico almacenamiento de oro en Fort Knox, Lummis propuso que Estados Unidos debe aspirar a poseer al menos el 5% del suministro global de BTC, tal como lo hace con el oro. Esta proporción, según argumenta, no solo fortalecería la posición económica del país, sino que también serviría como un instrumento de disuasión en el nuevo contexto global.
La iniciativa no parte de cero. El 11 de marzo, Lummis y otros cinco senadores republicanos reintrodujeron un proyecto de ley para establecer esta reserva digital. El impulso político se intensificó luego de que el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva, apenas unos días antes, para crear un stock estratégico de activos digitales.
Política energética, minería y poder industrial
La senadora de Wyoming enfatizó que la Bitcoin reserve no es un simple acopio de activos digitales, sino una extensión natural de la política energética estadounidense. Tras la prohibición de la minería en China en 2021, la tasa de hash global se trasladó en gran medida a América del Norte, consolidando su liderazgo en esta actividad.
Trump, en una reciente declaración, instó a que «la minería de Bitcoin y Estados Unidos estén conyugadas», y Lummis lo retoma como base para defender que unir la minería local con la acumulación federal daría a Washington una ventaja geopolítica sustancial.
La minería con prueba de trabajo (PoW), intensiva en energía, no solo refuerza la seguridad de la red de Bitcoin, sino que también podría reactivar sectores industriales locales, creando empleo y fortaleciendo infraestructuras energéticas subutilizadas.
De los estados al Congreso: un movimiento en marcha
Lummis también destacó que la iniciativa ya está en marcha a nivel estatal. Arizona y New Hampshire han aprobado leyes para crear sus propias reservas estratégicas de Bitcoin, y otros 11 estados están debatiendo propuestas similares. Texas lidera estas discusiones, mientras que más de 30 estados han explorado la idea en el último año.
Esta dinámica convierte a los estados en laboratorios de innovación, capaces de presionar al gobierno federal para que adopte políticas alineadas con los avances locales.
Demanda global y protagonismo estadounidense
La senadora también subrayó que la Bitcoin reserve no solo responde a un interés interno. A nivel global, países como los Emiratos Árabes Unidos, a través del fondo soberano Mubadala, han incrementado sus posiciones en BTC mediante fondos cotizados (ETF) con base en EE.UU. Asimismo, el Banco Nacional Checo está estudiando incorporar Bitcoin a sus reservas, lo cual, según Lummis, refleja el atractivo del activo como herramienta de resguardo soberano.
Para ella, que otras naciones acumulen BTC a través de vehículos estadounidenses “es bueno para América” y representa una oportunidad para reforzar la hegemonía financiera del país en el nuevo paradigma monetario.
Bitcoin reserve: ¿una estrategia inevitable?
El mensaje final de Lummis es contundente: Estados Unidos debe reconocer a Bitcoin como «oro digital» y definir pronto sus directrices para reservarlo estratégicamente, antes de que otros países acaparen partes significativas de los 21 millones de unidades existentes. La combinación de minería nacional, acumulación estatal y respaldo federal puede posicionar al país como líder indiscutido en el campo financiero del siglo XXI.
La Bitcoin reserve, una vez considerada utopía, está cada vez más cerca de convertirse en política de Estado.