En una jornada marcada por una volatilidad extrema, el precio de Bitcoin (BTC) experimentó una fuerte caída de $6,000, retrocediendo desde los $99,000 a niveles cercanos a los $93,000 en cuestión de horas. Sin embargo, según datos on-chain y análisis de expertos, esta corrección podría no ser una señal de debilidad, sino un fenómeno natural dentro del contexto de un mercado alcista en desarrollo.
Un retroceso esperado tras una racha histórica
Bitcoin había registrado una de sus subidas más impresionantes en las últimas semanas, pasando de menos de $70,000 a rozar los $100,000 en un lapso de tres semanas. Este aumento del 42% fue impulsado por factores como el creciente interés institucional y el optimismo general en torno a las criptomonedas tras las recientes elecciones en Estados Unidos.
Sin embargo, la corrección parecía inevitable. Según análisis de CryptoQuant, los tenedores a corto plazo (STH, por sus siglas en inglés) comenzaron a tomar ganancias tras obtener rendimientos de entre el 40% y el 50% en pocas semanas. Este movimiento provocó una presión vendedora significativa que contribuyó al retroceso en el precio.
Además, la creciente actividad especulativa, reflejada en altos niveles de FOMO (miedo a perderse una oportunidad) y un Índice de Miedo y Avaricia profundamente posicionado en la zona de avaricia, alertó a los analistas sobre la posibilidad de un techo local en el precio.
Las métricas on-chain respaldan el optimismo
Whales continue to accumulate $BTC!
In the past 5 hours, 5 fresh wallets withdrew 886 $BTC($86.4M) from #Binance.
Address:
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bc1qvjvcpehcrdneqeqhmqzdrday88cx0h2munprec… pic.twitter.com/TI1bZxXNhA— Lookonchain (@lookonchain) November 25, 2024
A pesar de la corrección, varias métricas on-chain sugieren que el mercado alcista no ha perdido impulso. De acuerdo con el analista MAC_D de CryptoQuant, la caída fue atribuida al sobrecalentamiento del apalancamiento, con indicadores como el interés abierto y la relación de apalancamiento estimado alcanzando máximos anuales.
El analista enfatizó que correcciones de esta magnitud, e incluso mayores (de hasta un 20%), son comunes en mercados alcistas y pueden ofrecer oportunidades clave de acumulación.
Entre las métricas destacadas se encuentran:
- MVRV (Market Value to Realized Value): Indica que Bitcoin aún tiene margen para seguir subiendo antes de alcanzar el pico del ciclo.
- NUPL (Net Unrealized Profit/Loss): Refleja que el mercado sigue en una zona de optimismo.
- Puell Multiple: Apoya la narrativa de un mercado alcista en marcha.
Adicionalmente, el indicador Short-Term SOPR (Spent Output Profit Ratio), que mide si los inversores a corto plazo están vendiendo con ganancias o pérdidas, mostró un valor cercano a 1.1 el 21 de noviembre. Históricamente, niveles similares han precedido rebotes significativos en el precio.
Los grandes jugadores permanecen activos
Mientras los inversores a corto plazo liquidaban sus posiciones, las ballenas continuaron acumulando BTC de manera agresiva. Datos de Lookonchain revelaron que cinco nuevas billeteras retiraron un total de $86.4 millones en Bitcoin de Binance antes de la caída, lo que sugiere confianza en el activo a largo plazo.
Por su parte, MicroStrategy, liderada por Michael Saylor, anunció la compra de BTC por un valor de $5,500 millones, aumentando sus reservas totales a casi 387,000 monedas. Este movimiento refuerza la postura de que los actores institucionales siguen considerando a Bitcoin como una reserva de valor estratégica.
Perspectivas para Bitcoin en el corto plazo
Si bien algunos analistas advierten que el precio de Bitcoin podría experimentar más retrocesos en el corto plazo, las métricas fundamentales y el comportamiento de los grandes inversionistas apuntan a un mercado alcista aún en pleno desarrollo. Los expertos subrayan la importancia de identificar momentos clave de acumulación durante estas correcciones, que podrían servir como catalizadores para la próxima etapa de crecimiento en el precio.
En un mercado caracterizado por su volatilidad, Bitcoin sigue demostrando su capacidad de recuperación y su atractivo como activo de inversión, incluso frente a desafíos temporales.
