Por primera vez desde febrero de 2025, la correlación entre ambos activos cayó a terreno negativo, marcando un giro inesperado en la dinámica de los mercados financieros.
Correlación se rompe en septiembre
Según el analista de CryptoQuant Maartunn, el vínculo que había unido el desempeño del oro y Bitcoin (BTC) durante más de medio año acaba de romperse. Mientras que el metal precioso se acerca nuevamente a máximos históricos por encima de 3.500 dólares, Bitcoin se mantiene en un rango más limitado, oscilando entre 107.000 y 113.000 dólares.
En los primeros días de septiembre, BTC repuntó desde un mínimo de 107.250 dólares hasta alcanzar 112.600 dólares, aunque luego retrocedió un 0,7% en las últimas 24 horas, cotizando alrededor de 109.443 dólares al cierre de esta edición.
Oro en récords, Bitcoin en consolidación
El repunte del oro se da en un contexto económico global marcado por señales de desaceleración laboral en EE.UU.:
Los payrolls privados aumentaron en solo 54.000 empleos en agosto, por debajo de los 75.000 esperados.
Las solicitudes de subsidio por desempleo subieron a 237.000, superando las estimaciones y evidenciando un enfriamiento del mercado laboral.
Estos datos aumentaron las expectativas de que la Reserva Federal recorte las tasas de interés en la reunión del 16 y 17 de septiembre, con una probabilidad de 97,4% según los futuros.
Divergencia en la narrativa de refugio seguro
Históricamente, tanto el oro como Bitcoin han sido percibidos como activos de resguardo frente a la inflación y la incertidumbre macroeconómica. Sin embargo, la divergencia actual sugiere que los inversores están privilegiando al metal amarillo frente a la criptomoneda en este momento.
La pregunta clave ahora es si el desacoplamiento será temporal, producto de la coyuntura económica, o si marca un cambio estructural en la forma en que los mercados valoran el rol de Bitcoin frente al oro en tiempos de turbulencia financiera.



