Bitcoin volvió a brillar este domingo tras varios días de estancamiento. La criptomoneda líder superó los $109,000, impulsada por un inesperado giro político: el presidente estadounidense Donald Trump anunció la extensión de la fecha límite para imponer aranceles del 50% a las importaciones europeas, que inicialmente estaba programada para entrar en vigor el próximo mes.
El mercado interpretó la decisión como una distensión temporal en las relaciones transatlánticas, lo cual reactivó el apetito por activos de riesgo. Bitcoin, que había caído por debajo de los $107,000 tras el anuncio inicial de tarifas, recuperó más de 1,900 puntos en minutos, posicionándose apenas 2.5% por debajo de su máximo histórico de $111,900.
La geopolítica como catalizador de precios
El propio Trump había declarado el viernes que los desequilibrios comerciales con la Unión Europea eran “totalmente inaceptables”, proponiendo un arancel general del 50% sobre todos los bienes importados. Entre las medidas más polémicas estaba un posible arancel del 25% a los iPhones no fabricados en EE.UU., lo cual agitó también al sector tecnológico tradicional.
Sin embargo, la presión internacional no tardó en llegar. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, solicitó una extensión directa a la Casa Blanca, con el compromiso de “avanzar en las negociaciones de forma rápida y decisiva”.
Trump accedió. En una publicación dominical en Truth Social, confirmó que la nueva fecha límite se fijaba en el 9 de julio, otorgando a ambas partes una ventana de negociación. Este acto político fue leído por los mercados como un signo de contención que favorece a los activos más sensibles al riesgo.
El rally cripto se expande: Bitcoin lidera, pero no está solo
El repunte de Bitcoin fue inmediato, pero no fue el único activo beneficiado. Ethereum (ETH), XRP y Solana (SOL) también registraron subidas tras el anuncio, reflejando una reacción sincronizada en el ecosistema cripto. En un entorno donde el nerviosismo macro pesa sobre las decisiones de inversión, estos activos actúan como barómetros rápidos de percepción de riesgo.
Dos tokens destacaron por su rendimiento semanal:
HYPE, el token nativo de Hyperliquid, pasó de $25.7 a $39, acumulando una ganancia del 46%.
WLF, el activo del proyecto Worldcoin liderado por Sam Altman (CEO de OpenAI), subió casi un 25% tras anunciar un financiamiento de $135 millones liderado por Andreessen Horowitz y Bain Capital Crypto.
Este último anuncio está ligado a la expansión del sistema de identidad biométrica “Orb”, diseñado para capturar el iris de los usuarios y crear identidades digitales globales. La inversión marca un avance estratégico que combina tecnología, datos y blockchain a gran escala.
Una nueva lectura del mercado: política ≠ pesimismo
Este episodio muestra cómo Bitcoin ya no es solamente un refugio frente a inflación o inestabilidad monetaria, sino también un activo reactivo a la geopolítica en tiempo real. En cuestión de horas, pasó de sufrir una caída ante un riesgo sistémico, a rebotar con fuerza ante una solución diplomática.
Lo relevante aquí no es solo la subida de precio, sino el carácter estructural de la reacción: en vez de depender del entusiasmo minorista, este tipo de movimientos son impulsados por flujos institucionales que responden a señales macroeconómicas.
Bitcoin ya no espera aprobación, reacciona
La extensión del plazo arancelario por parte de Trump no resuelve el conflicto, pero sí abre una pausa útil en el creciente enfrentamiento entre dos bloques económicos clave. En ese interregno, Bitcoin aprovechó la oportunidad para reafirmar su posición: no solo como activo especulativo, sino como respuesta inmediata a las decisiones del poder global.
Con el ATH cada vez más cerca, el mercado parece haber decidido que el camino de menor resistencia sigue siendo hacia arriba —al menos mientras el discurso político no vuelva a tensarse.