Eso es lo que sugiere la última publicación del Índice de Precios al Productor (PPI) en Estados Unidos, que mostró un inesperado descenso en agosto y desató un rally en criptomonedas y acciones.
Inflación más débil de lo esperado
El Bureau of Labor Statistics reportó que el PPI mensual cayó 0,1%, cuando los analistas esperaban un aumento de 0,4%. El PPI subyacente que excluye alimentos y energía también retrocedió 0,1%, con una lectura anual de 2,8%, frente al 3,4% registrado en julio.
El dato se suma a las revisiones recientes en el mercado laboral, donde se reveló que el empleo total fue sobreestimado en 911.000 puestos durante el último año, acumulando un ajuste a la baja de 1,5 millones de empleos. Además, las nóminas no agrícolas en agosto sumaron apenas 22.000 empleos, con la tasa de desempleo en 4,3%.
Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, la Reserva Federal habría mantenido una política monetaria restrictiva basándose en información incompleta.
Contexto económico y señales mixtas
Aunque los salarios por hora aumentaron 0,3% mensual y 3,7% interanual, en línea con lo previsto, los datos de productividad mostraron una ganancia de 3,3% en el segundo trimestre y un alza de apenas 1% en los costos laborales unitarios. Estos elementos refuerzan la idea de que las presiones inflacionarias se están moderando.
Sin embargo, la inflación en servicios continúa firme, con el índice de precios del ISM en torno a 69 puntos durante agosto.
Reacción inmediata de los mercados
Los mercados financieros interpretaron los datos como un argumento sólido para que la Fed avance con recortes de tasas en septiembre.
Bitcoin (BTC) subió más del 1% hasta los 114.295 dólares.
Ethereum (ETH) avanzó 1,2%, ubicándose en 4.372 dólares.
El S&P 500 ganó 0,34%, extendiendo el optimismo hacia la renta variable.
La confluencia entre un dato inflacionario más débil y la revisión a la baja del empleo refuerza la narrativa de un giro en la política monetaria de la Fed, impulsando activos de riesgo como criptomonedas y acciones.