Durante octubre, los dos activos que históricamente han simbolizado refugio y cobertura frente a la inflación siguieron caminos opuestos, dejando al descubierto un quiebre que muchos analistas no esperaban.
Oro en ascenso, Bitcoin en retroceso
Mientras el oro escaló cerca de un +11,6% impulsado por la búsqueda de refugio ante la incertidumbre macroeconómica y las expectativas de recortes de tasas, Bitcoin (BTC) cayó alrededor de -4,1% en el mismo periodo.
Los gráficos comparativos de TradingView y Capital.com muestran una clara divergencia: el metal alcanzó máximos de seis meses, mientras el activo digital enfrentó una presión vendedora que lo llevó a perder impulso tras una breve recuperación a mediados de mes.
El momento del giro fue clave. El oro mantuvo su rally hasta el 21 de octubre, cuando cayó abruptamente más de un 5% en 24 horas. Sin embargo, Bitcoin no aprovechó esa debilidad: en lugar de subir, retrocedió un 1,5% en el mismo lapso. La breve recuperación del día anterior cuando BTC tocó los $114.000 antes de volver a $108.000 fue solo un rebote técnico, no una reacción inversa al movimiento del oro.
Dos activos, dos relojes diferentes
El bajo nivel de correlación (0.1) registrado en octubre refleja que ambos mercados respondieron a estímulos distintos y en tiempos desalineados.
El oro reaccionó a la política monetaria y la liquidez global, especialmente al ajuste en los rendimientos de los bonos y las expectativas sobre los movimientos de la Reserva Federal.
En cambio, Bitcoin se movió al compás de factores internos del ecosistema: apalancamiento en derivados, ajustes de posiciones en exchanges y flujo de ETF spot, que marcaron su dinámica de corto plazo.
Los datos en cadena indican que Bitcoin ya había tocado fondo a mediados de mes, con una caída del 17% desde su máximo local, mientras el oro aún se mantenía en alza. Cuando el metal finalmente corrigió, el activo digital ya había encontrado soporte, evidenciando que los dos instrumentos estaban viviendo ciclos de reacción completamente distintos.
El oro tokenizado no se desvía del mercado tradicional
Pese a la volatilidad, los contratos perpetuos de XAUT/USDT en Bybit mostraron una paridad casi perfecta con el precio spot del oro.
Esa estabilidad refuerza la madurez del mercado de commodities tokenizados, donde los traders pueden acceder a exposición 24/7 sin depender de vencimientos de futuros. En este sentido, la infraestructura on-chain demostró eficiencia y profundidad de liquidez incluso frente a un retroceso abrupto.
Un espejo roto entre lo macro y lo cripto
El comportamiento de octubre deja una lección: Bitcoin y oro ya no se mueven en el mismo reloj macroeconómico.
El primero responde a dinámicas de mercado cripto apalancamiento, distribución y sentimiento especulativo, mientras el segundo sigue anclado a variables tradicionales como tasas, riesgo geopolítico y reservas de bancos centrales.
En un mes donde el “oro digital” se desincronizó de su homólogo físico, la narrativa de refugio compartido parece resquebrajarse. Octubre marcó un punto de inflexión: el oro brilló como activo defensivo, mientras Bitcoin asumió su rol de activo de riesgo en un mercado que, cada vez más, se mueve a distintas velocidades.