En una muestra contundente del poder de atracción que ejercen las criptomonedas sobre el capital institucional, BlackRock ha marcado un nuevo hito con su fondo cotizado en bolsa de Bitcoin, el iShares Bitcoin Trust (IBIT). Desde su lanzamiento en enero de 2024, el fondo no solo ha captado la atención del mercado, sino que ha registrado un crecimiento tan acelerado que ha superado expectativas históricas y redefinido las reglas del juego para los ETFs de activos digitales.
$IBIT was #1 among ALL ETFs in flows yesterday, a first I believe (the Mighty VOO took a rare day off), and a byproduct of the ATH-induced feeding frenzy volume mentioned below. IBIT’s Pac-Man spree is now up to about $8b in 5wks. BTC ETFs lifetime net flows (most imp metric) at… https://t.co/ifkkwn2GXw pic.twitter.com/21pqh3UA4n
— Eric Balchunas (@EricBalchunas) May 23, 2025
Un flujo de capital sin precedentes: IBIT se posiciona entre los líderes del mercado
Durante la jornada del 22 de mayo de 2025, IBIT absorbió $877 millones en entradas netas, representando más del 87% del total de capital que ingresó ese día a todos los ETFs de Bitcoin combinados. Con esta impresionante cifra, el fondo se colocó entre los cinco ETF más rentables del mercado estadounidense en lo que va del año, acumulando más de $9,000 millones solo en 2025.
El desempeño sobresaliente de IBIT ha llevado a que actualmente administre más de $70.1 mil millones en activos, incluyendo una reserva de 643,755 Bitcoins, una cifra que resalta no solo por su volumen sino también por su impacto en la oferta circulante del activo digital más importante del mundo.
Interés institucional: el respaldo que transforma el mercado
Detrás del crecimiento de IBIT se encuentra una base robusta de inversores institucionales. Entidades financieras de la talla de Goldman Sachs y Blackstone han incrementado de forma sustancial sus posiciones en el fondo, lo que ha contribuido a legitimar aún más a Bitcoin como una opción de inversión seria y estratégica.
Esta tendencia confirma lo que los expertos en criptoactivos veníamos observando desde hace años: el dinero institucional ya no está tanteando el terreno, está entrando de lleno, con decisiones calculadas y compromisos de largo plazo.
IBIT desplaza a los gigantes tradicionales
Un hecho que evidencia el poder de tracción de IBIT es que, por primera vez, superó al emblemático ETF VOO de Vanguard en cuanto a entradas netas diarias. Esta hazaña no es menor. Se trata de un cambio de paradigma: el capital ya no solo fluye hacia índices del S&P 500, ahora encuentra en las criptomonedas un nuevo vehículo de crecimiento.
El precio de las acciones de IBIT alcanzó un récord de $63.23 y analistas técnicos sugieren un posible avance hacia los $80, apoyados en patrones como las ondas de Elliott, lo que subraya un sentimiento alcista extendido entre los operadores institucionales.
Repercusiones directas en el precio de Bitcoin
El avance de IBIT tiene efectos inmediatos sobre el mercado spot de Bitcoin. Al reducir la oferta disponible mediante la acumulación masiva de tokens, se incrementa la presión alcista sobre el precio. Esta dinámica ha coincidido con el reciente repunte de Bitcoin, que ha superado los $111,900, respaldado también por un contexto regulatorio más estable y una narrativa de adopción global cada vez más robusta.
Un hito que redefine la narrativa cripto
Lo logrado por BlackRock con IBIT no es solo un éxito comercial, sino un parteaguas para el ecosistema cripto en general. Estamos presenciando cómo una firma financiera tradicional, con décadas de presencia en los mercados globales, lidera la integración de Bitcoin en las finanzas convencionales.
La entrada de BlackRock ha catalizado un efecto dominó: más gestoras, más bancos, más actores institucionales comienzan a ver en las criptomonedas no una amenaza, sino una evolución natural de los activos financieros.
IBIT y el futuro del mercado institucional de criptomonedas
De cara al futuro, se espera que IBIT mantenga su liderazgo y actúe como punta de lanza para una nueva ola de productos financieros centrados en criptomonedas. Su éxito demuestra que existe demanda real, sostenida y creciente, por instrumentos que permitan a los grandes capitales exponerse a Bitcoin sin las complicaciones técnicas de operar directamente con wallets o exchanges.
El caso de IBIT confirma que las criptomonedas han dejado de ser un experimento de nicho para convertirse en activos estratégicos de portafolios globales. Y BlackRock, con su músculo financiero y visión de largo plazo, está liderando esta transformación.