El ETF al contado de Bitcoin de BlackRock (IBIT) está a punto de alcanzar un hito sin precedentes: los $100.000 millones en activos bajo gestión, consolidándose como el fondo más exitoso en la historia moderna de los mercados financieros.
El ETF que reescribe la historia
A menos de dos años de su lanzamiento, IBIT se ha convertido en un fenómeno de adopción institucional. Según datos de Bloomberg Intelligence, el fondo ya posee más de 800.000 BTC, valorados en aproximadamente $98.000 millones, tras una nueva racha de inversiones por $4.000 millones solo esta semana.
Con una comisión del 0,25%, IBIT genera ingresos anuales superiores a $240 millones, lo que lo convierte en el producto más rentable de BlackRock dentro de su cartera de más de 1.000 ETFs a nivel global.
“IBIT está alcanzando los $100.000 millones unas cinco veces más rápido que cualquier ETF en la historia”, destacaron los analistas Eric Balchunas y James Seyffart.
La magnitud del logro es histórica: los ETF más grandes del mundo, como SPY, QQQ o VOO, tardaron años en alcanzar esa cifra. IBIT podría hacerlo en menos de 24 meses.
Dominio total del mercado cripto financiero
El crecimiento de IBIT no solo representa un récord, sino también una reconfiguración del poder financiero en el ecosistema cripto.
De acuerdo con datos de Farside Investors, los ETF al contado de Bitcoin acumulan actualmente más de 1,3 millones de BTC, equivalentes a cerca del 6% de la oferta total. De esa cifra, IBIT concentra más del 60%, posicionándose muy por encima de su competidor más cercano, Fidelity (FBTC), cuyo fondo es $70.000 millones más pequeño.
En términos de adopción, BlackRock ha convertido a Bitcoin en un activo financiero plenamente integrado. Cada alza en el precio atrae nuevo capital institucional, generando un bucle de retroalimentación positiva entre la apreciación del BTC y el flujo de fondos hacia el ETF.
El auge coincide con el contexto político y económico actual: desde la victoria electoral de Donald Trump, Bitcoin ha repuntado más de 70%, alcanzando un nuevo máximo histórico de $125.000. La nueva administración estadounidense ha impulsado regulaciones más amigables hacia la custodia y los productos ETF cripto, abriendo la puerta a una ola de demanda institucional sin precedentes.
La nueva “fiebre del oro digital”
Para analistas como Adam Morgan McCarthy (Kaiko), el auge del ETF de BlackRock revive la narrativa del “oro digital”, reforzada tras los aranceles estadounidenses de abril, que llevaron a muchos inversores a buscar refugios frente a la inflación.
Los flujos lo confirman: solo en las últimas dos semanas, IBIT sumó $4.000 millones en entradas netas, incrementando su balance a más de 800.000 BTC —una cifra equivalente al 4% del suministro total de Bitcoin y superior a las tenencias conjuntas de MicroStrategy y las nueve mayores corporaciones tenedoras de BTC.
A este ritmo, el ETF podría llegar a custodiar uno de cada 20 Bitcoin existentes, marcando una concentración institucional inédita en la historia del activo.
Entre la adopción y la centralización
Aunque BlackRock no ha emitido comentarios oficiales, el mensaje es claro: la escala domina. Su red de distribución minorista y relaciones institucionales le han permitido canalizar la demanda global hacia un solo vehículo financiero, desplazando a sus competidores y redefiniendo la narrativa de adopción masiva de Bitcoin.
Sin embargo, el éxito de IBIT plantea un dilema ideológico:
Bitcoin nació para eliminar intermediarios y centralización, pero su mayor fuente de demanda actual proviene de las instituciones más grandes del sistema financiero que buscaba superar.
Lo que para algunos es un símbolo de madurez del mercado, para otros representa una cooptación del ideal original de soberanía financiera.
Por ahora, la cifra mágica de $100.000 millones parece estar a solo unas pocas sesiones de trading de distancia.
Y cuando se alcance, el mensaje será inequívoco:
Bitcoin ya no está fuera del sistema financiero… ahora lo impulsa.