La revelación de que 40% del código de Coinbase es generado por inteligencia artificial (IA) ha desatado intensas reacciones en la comunidad cripto y tecnológica, poniendo en el centro la relación entre innovación y protección de activos digitales.
Una apuesta agresiva por la automatización
El anuncio fue realizado por Brian Armstrong, CEO de Coinbase, a través de X el pasado 3 de septiembre. Armstrong aseguró que casi la mitad del código producido diariamente en el exchange ya proviene de herramientas de IA, y proyectó que la cifra superará el 50% en octubre de 2025.
El ejecutivo aclaró que el uso de IA no es uniforme en todas las áreas críticas del negocio y que cada línea generada pasa por revisiones humanas y controles de calidad. Sin embargo, reconoció que la estrategia forma parte de un mandato interno que obligó a los ingenieros de la compañía a adoptar herramientas de IA en un plazo de una semana, con despidos para quienes se opusieran.
Este enfoque coloca a Coinbase por delante de gigantes como Microsoft y Google, donde la proporción de código generado por IA ronda el 30%.
Críticas por posibles riesgos de seguridad
La decisión no tardó en generar alarma entre especialistas en ciberseguridad y líderes de la industria. Larry Lyu, fundador del exchange descentralizado Dango, calificó la estrategia como “una señal roja gigante para cualquier negocio sensible a la seguridad”.
En la misma línea, Adam Cochran, socio en Cinneamhain Ventures, cuestionó la conveniencia de delegar una parte tan significativa del código en IA para una empresa que custodia más de 420 mil millones de dólares en activos digitales.
Los críticos sostienen que los sistemas de IA pueden generar errores contextuales y vulnerabilidades, lo que pondría en riesgo la infraestructura de un exchange que concentra un enorme volumen de fondos.
Voces a favor: la madurez del código IA
No todos ven la estrategia de Coinbase como un riesgo. Richard Wu, cofundador de Tensor, defendió la práctica al señalar que los críticos subestiman la evolución de la programación asistida por IA.
Wu afirmó que en un plazo de cinco años, hasta el 90% del código de calidad podría ser generado por IA, siempre que existan procesos rigurosos de revisión, pruebas automatizadas y sistemas de validación. Además, comparó los errores de la IA con los de ingenieros junior, destacando que ambos pueden mitigarse con protocolos adecuados.
Coinbase entre la innovación y la confianza
La estrategia de Armstrong sitúa a Coinbase como pionero en la integración de IA a gran escala dentro de la industria cripto. Sin embargo, también plantea un dilema: ¿hasta qué punto es prudente depender de sistemas automatizados en un entorno donde un error de código puede costar millones?
La tensión entre eficiencia tecnológica y seguridad financiera marcará el debate en torno a esta decisión, que podría convertirse en referencia o advertencia para otras compañías del ecosistema blockchain.


