En una sentencia que resonará en los anales de la historia de las criptomonedas, el juez James Mellor del Reino Unido ha dictaminado que Craig Wright, el científico informático australiano que desde 2016 ha afirmado ser Satoshi Nakamoto, el creador pseudónimo de la red Bitcoin, no es la persona detrás del revolucionario invento. Este fallo, pone fin a una larga disputa legal iniciada por la Crypto Open Patent Alliance (COPA) contra Wright, buscando un alivio judicial que impidiera a Wright continuar afirmando ser Nakamoto.
La contienda legal, que capturó la atención de la comunidad global de criptomonedas, comenzó en Londres el 12 de marzo con los alegatos finales en el caso presentado por COPA, una coalición formada en 2020 con el objetivo de fomentar la adopción y el avance de las tecnologías de criptomonedas y eliminar las patentes como una barrera para el crecimiento y la innovación. Entre sus 33 miembros se encuentran gigantes de la industria como Coinbase, Block, Meta, MicroStrategy, Kraken, Paradigm, Uniswap y Worldcoin.
El núcleo de la acusación contra Wright se centra en sus supuestos actos de forja masiva de documentos para respaldar su reivindicación de ser el fundador pseudónimo de Bitcoin. En palabras de COPA, “el Dr. Wright ha demostrado haber mentido a una escala extraordinaria […] Ha inventado una historia biográfica completa, produciendo una tranche tras otra de documentos falsificados para respaldarla”. Este juicio, que comenzó el 5 de febrero, fue precedido por un intento de Wright de resolver el caso fuera de los tribunales el 24 de enero, oferta que COPA declinó.
La controversia sobre la identidad de Nakamoto y las reclamaciones de Wright han ensombrecido la comunidad de Bitcoin durante años. En 2023, Wright demandó a 13 desarrolladores de Bitcoin Core y a un grupo de compañías, incluyendo Blockstream, Coinbase y Block, por violaciones de derechos de autor relacionadas con el libro blanco de Bitcoin, su formato de archivo y los derechos de base de datos de la cadena de bloques de Bitcoin. En respuesta a esta demanda, el Bitcoin Legal Defense Fund declaró: “Durante años, destacados contribuyentes a la comunidad de Bitcoin han sido objeto de demandas abusivas […] Estas demandas son frívolas pero efectivas. Muchos desarrolladores han decidido que no vale la pena el tiempo, el estrés, el dinero y el riesgo legal para continuar trabajando en Bitcoin”.
Wright, por su parte, había registrado en 2019 los derechos de autor en Estados Unidos para el libro blanco de Bitcoin y el código contenido en él. Ahora, el libro blanco está sujeto a una licencia de código abierto del MIT, lo que permite a cualquier persona reutilizar y modificar el código para cualquier propósito. Una orden judicial impediría a Wright realizar más reclamaciones de derechos de autor sobre él.
Este fallo no solo es una victoria para COPA y la comunidad de criptomonedas en general, sino que también es un recordatorio de la naturaleza descentralizada y abierta de Bitcoin, así como de la importancia de proteger la integridad y el anonimato de su creador, valores que han sido fundamentales para su éxito y adopción global. Mientras la identidad de Satoshi Nakamoto permanece envuelta en misterio, el legado de Bitcoin continúa floreciendo, respaldado por una comunidad dedicada a preservar su visión original de un sistema financiero abierto y sin fronteras.
