En un contexto donde las criptomonedas y las monedas digitales del banco central (CBDC) están ganando terreno a nivel global, Donald Trump, ex presidente y actual candidato presidencial de Estados Unidos, ha tomado una postura firme contra la creación de una CBDC en el país. Durante un mitin en New Hampshire, Trump prometió bloquear cualquier intento de implementar una moneda digital del banco central en Estados Unidos.
El argumento principal de Trump es que una CBDC daría al gobierno federal «control absoluto sobre tu dinero», advirtiendo sobre los peligros de la confiscación gubernamental de fondos sin el conocimiento del ciudadano. Esta postura es compartida por varios legisladores, como el congresista Tom Emmer (R-MN), quien ha presentado la Ley Anti-Estado de Vigilancia CBDC, que cuenta con 75 copatrocinadores. La ley prohíbe a la Reserva Federal utilizar las CBDC para política monetaria o ofrecer servicios directamente a individuos.
La posición de Trump y de otros legisladores refleja una preocupación creciente sobre la privacidad y el control estatal en la era digital. Aunque el potencial de las CBDC para mejorar la eficiencia y accesibilidad de los servicios financieros es considerable, también existe el temor de que puedan ser utilizadas como herramientas de vigilancia y control gubernamental.
Este debate surge en un momento en que la Reserva Federal de EE.UU. ha comenzado a explorar las implicaciones de una moneda digital en el país, aunque no se ha comprometido a crear una. El presidente de la Fed, Jerome Powell, indicó que este es un proceso de al menos un par de años, donde se trabaja en construir la confianza pública en su análisis y conclusiones finales.
La postura de Trump contra la CBDC también se hace eco de las preocupaciones expresadas por otros funcionarios de la Fed, como la gobernadora Michelle Bowman, quien ha señalado la falta de argumentos convincentes para una CBDC en Estados Unidos que resuelva problemas de manera más efectiva o eficiente que las alternativas existentes, o con menos riesgos para los consumidores y la economía.
En resumen, la declaración de Trump representa no solo una postura política, sino también un punto de inflexión en el debate sobre el futuro del dinero digital en EE.UU. y su impacto en la libertad individual y la soberanía monetaria. Con la evolución tecnológica y la creciente adopción de las criptomonedas, este debate promete ser un tema central en la carrera presidencial de Estados Unidos y en la discusión global sobre la naturaleza y el futuro del dinero.
