Un cambio regulatorio en Estados Unidos podría redefinir el papel de Bitcoin en las tesorerías corporativas. El Departamento del Tesoro y el Servicio de Impuestos Internos (IRS) emitieron el 30 de septiembre nuevas directrices que alivian significativamente la carga fiscal para las compañías que poseen Bitcoin y otros activos digitales en sus balances.
La clave: el Corporate Alternative Minimum Tax (CAMT)
La aclaración, contenida en los avisos 2025-46 y 2025-49, aborda cómo se aplicará el Corporate Alternative Minimum Tax (CAMT), el impuesto mínimo corporativo del 15% introducido en la Inflation Reduction Act de 2022.
Hasta ahora, existía un vacío normativo que amenazaba con incluir las ganancias no realizadas en criptomonedas dentro de la base imponible de este tributo. Para las empresas con grandes reservas de Bitcoin, esto habría significado pasivos fiscales multimillonarios sobre ganancias contables, incluso sin vender un solo satoshi.
El CAMT se aplica a corporaciones con al menos 1.000 millones de dólares en ingresos financieros anuales promedio, lo que incluye a varias multinacionales y compañías que integraron Bitcoin en sus balances desde 2020.
Impacto inmediato en las tesorerías de Bitcoin
La medida representa un alivio directo para compañías como Strategy Inc. (anteriormente MicroStrategy), que posee más de 640.000 BTC en su balance.
Desde enero de 2025, Strategy adoptó los nuevos estándares contables que obligan a reportar Bitcoin a valor razonable, registrando ganancias y pérdidas no realizadas en su estado de resultados. Con el marco anterior, se preveía que en 2026 la compañía podría enfrentar obligaciones fiscales gigantescas bajo CAMT.
Ahora, con las nuevas directrices, esas ganancias no realizadas quedarán excluidas del cálculo del AFSI (Adjusted Financial Statement Income), eliminando el riesgo de una carga tributaria sobre beneficios en papel. Esto refuerza la viabilidad de su estrategia a largo plazo: mantener Bitcoin como activo de reserva estratégico.
Más de 100 empresas beneficiadas
La decisión no solo afecta a Strategy. Actualmente, más de 100 compañías públicas poseen más de un millón de BTC en conjunto, según datos de BitcoinTreasuries.net.
El alivio fiscal proporcionado por el IRS podría acelerar esta tendencia, consolidando a Bitcoin como un instrumento corporativo de reserva. Empresas que antes dudaban en aumentar su exposición ahora cuentan con mayor certeza regulatoria y menor riesgo de enfrentar cargas fiscales inesperadas.
Perspectiva de mercado y reacciones
Defensores de Bitcoin celebraron la decisión como un paso clave en la normalización del activo en las finanzas corporativas:
Peter Duan, inversionista, destacó que la aclaración “otorga certeza a las compañías, animándolas a seguir acumulando BTC sin temor a impuestos sobre ganancias no realizadas”.
Jeff Walton, de Strive Asset Management, señaló que la medida elimina una narrativa de miedo (FUD) que desincentivaba la adopción corporativa, especialmente tras los nuevos estándares contables de 2025.
Bitcoin como estándar de reserva empresarial
La decisión del Tesoro y el IRS llega en un momento en que múltiples actores institucionales, desde gestoras de ETFs hasta multinacionales tecnológicas, incrementan su exposición a Bitcoin.
Con la eliminación de una de las principales barreras fiscales, las empresas ya no enfrentarán una penalización por mantener a largo plazo. Esto refuerza la tesis de que Bitcoin no solo es un activo especulativo, sino un activo estratégico de tesorería comparable al oro en el siglo XXI.
El nuevo marco podría desencadenar una segunda ola de adopción corporativa, con más compañías siguiendo el camino trazado por Strategy, MARA Holdings, Metaplanet y otras que ven en Bitcoin una herramienta para preservar capital y proyectar fortaleza en los mercados globales.
Este movimiento regulatorio no resuelve todas las incógnitas sobre el tratamiento fiscal de los criptoactivos, pero representa un punto de inflexión: por primera vez, las corporaciones pueden mantener Bitcoin sin el riesgo de pagar impuestos sobre beneficios que nunca se materializan en caja.