El Banco de Pagos Internacionales (BIS) encendió las alarmas del ecosistema cripto tras publicar su Informe Económico Anual 2025, en el cual asegura que las stablecoins no cumplen con los requisitos fundamentales para ser consideradas dinero. La reacción fue inmediata: las acciones de Circle (CRCL), empresa emisora de USDC, cayeron un 15%, bajando de $299 a $222 en una sola jornada.
Según el informe, las stablecoins no logran superar tres pruebas clave que definen la funcionalidad del dinero dentro de un sistema financiero moderno: unidad (singleness), flexibilidad (elasticity) e integridad (integrity).
El veredicto del BIS: más activos que dinero
El BIS afirma que las stablecoins se comportan más como activos financieros digitales que como dinero real, al estar respaldadas por empresas privadas y no por bancos centrales. Esto significa que no son aceptadas “a valor nominal” sin verificación adicional, lo que socava el principio de unidad monetaria.
Asimismo, el organismo destaca que estas monedas estables carecen de elasticidad, es decir, no pueden responder eficazmente a choques económicos o necesidades de liquidez. Cualquier expansión de su suministro depende del prepago total por parte del usuario, lo que las convierte en sistemas “estrictamente basados en efectivo”.
En cuanto a la integridad, el informe lanza su crítica más contundente: el uso de stablecoins en carteras no gestionadas y redes blockchain públicas las hace vulnerables a actividades ilícitas como lavado de dinero, evasión de sanciones y financiamiento del terrorismo.
“Las stablecoins tienen debilidades significativas en términos de integridad del sistema monetario”, afirma el BIS.
Mercado y comunidad cripto responden
El golpe regulatorio tuvo repercusión directa en el mercado. En un contexto de crecimiento sostenido de las stablecoins , la declaración del BIS genera incertidumbre sobre el futuro regulatorio de estos activos.
Desde el ecosistema cripto, la reacción no se hizo esperar. Dylan Grice y Jim Walker, reconocidos analistas, calificaron al BIS de “histérico en su oposición a las criptomonedas” y criticaron la idea de que solo el respaldo de un banco central confiere legitimidad al dinero. “Eso debería hacerlo objeto de burla, considerando los fracasos históricos de esas instituciones”, sostuvo Walker.
The BIS is hysterical in its opposition to crypto. The first criterion, backed by a central bank, should make it a laughing stock given the historical failures of those institutions around the world.
— Jim Walker (@DrJim_Walker) June 25, 2025
Tokenización sí, stablecoins no
Paradójicamente, el BIS cierra su informe valorando positivamente la tokenización, calificándola como una “innovación transformadora” que podría complementar el sistema financiero tradicional. A diferencia de las stablecoins, la tokenización es vista como una herramienta útil para modernizar los sistemas actuales sin reemplazarlos.
El enfrentamiento entre las instituciones financieras tradicionales y el ecosistema cripto continúa escalando. Mientras los reguladores presionan por mayor control, el mercado sigue adoptando soluciones basadas en blockchain. El debate sobre qué debe considerarse dinero en la era digital está lejos de resolverse.