En un notable movimiento que podría redefinir el panorama financiero estadounidense, el presidente electo Donald Trump se reunió con Kris Marszalek, CEO de Crypto.com, para discutir la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin (SBR, por sus siglas en inglés). Este encuentro tuvo lugar en Mar-a-Lago el pasado 16 de diciembre, sentando las bases para una orden ejecutiva que integraría a Bitcoin como activo de reserva estratégica dentro del Fondo de Estabilización del Tesoro.
Un giro estratégico hacia la seguridad económica
La propuesta, delineada en un borrador de orden ejecutiva elaborado por el Bitcoin Policy Institute, sugiere que esta iniciativa no solo busca fortalecer la seguridad económica de los Estados Unidos, sino también cimentar su supremacía en el ámbito de los activos digitales. Según se detalla, el SBR garantizará que todos los Bitcoin en posesión del gobierno, incluidos aquellos adquiridos en casos de decomiso, sean consolidados bajo este nuevo marco en un plazo no mayor a siete días.
Auditorías rigurosas y estándares de seguridad
Uno de los aspectos más destacados de la propuesta es el establecimiento de estrictas auditorías y normas de seguridad para la gestión de la reserva. Además, el Tesoro deberá desarrollar un programa para la adquisición y manejo de Bitcoin en un período de 60 días tras la aprobación de la orden.
Reacciones y contexto político
Esta iniciativa sigue a una serie de movimientos pro-cripto por parte de Trump, quien recientemente incluyó a varios proponentes de las criptomonedas en posiciones clave de su administración. Howard Lutnick como secretario de Comercio y Paul Atkins al frente de la Comisión de Bolsa y Valores son solo algunos ejemplos. Además, esta noticia llega justo después de que el valor de Bitcoin alcanzara un máximo histórico de $108,268.45 el 17 de diciembre, probablemente impulsado por las expectativas generadas tras la reunión con Marszalek.
Impacto potencial y movimientos estatales
A nivel estatal, Derek Merrin, líder de los republicanos en la Cámara de Ohio, también ha propuesto un proyecto de ley para la creación de una reserva de Bitcoin respaldada por el estado, demostrando un interés creciente en la integración de criptoactivos en la estructura financiera gubernamental.
Este conjunto de iniciativas refleja un cambio potencialmente transformador en la aproximación de los Estados Unidos hacia la criptomoneda, marcando un posible nuevo capítulo en la historia de la economía digital y la política monetaria.
