El portafolio de BTC del país centroamericano se revaloriza con fuerza mientras la criptomoneda se aproxima a sus máximos históricos
El Salvador, el primer país del mundo en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal, ha registrado más de $357 millones en ganancias no realizadas, en una jugada que empieza a dar frutos tras años de apuesta por los criptoactivos. Este resultado llega en un momento clave, con el precio de BTC probando niveles cercanos a sus máximos históricos.
El presidente Nayib Bukele compartió en la red social X una captura de pantalla revelando que las reservas de Bitcoin del país han alcanzado un valor aproximado de $644 millones, muy por encima de los $287.1 millones invertidos desde 2021. Esto representa un aumento del 124% en la valoración del portafolio nacional de criptomonedas.
Una estrategia resiliente en medio de la incertidumbre global
Desde que El Salvador legalizó Bitcoin en septiembre de 2021, su iniciativa ha generado tanto aplausos como escepticismo a nivel internacional. A pesar de la fuerte volatilidad característica del mercado cripto y las presiones de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país ha mantenido una política de acumulación constante.
Incluso tras obtener un préstamo por $1.4 mil millones del FMI, condicionado a limitar su exposición a los criptoactivos, el gobierno salvadoreño ha continuado adquiriendo aproximadamente un Bitcoin por día. Esta política ha elevado sus reservas a más de 6,100 BTC, lo que refuerza su estrategia de largo plazo en el ecosistema digital.
Impacto económico y objetivos de desarrollo
La iniciativa de Bukele ha tenido implicaciones de gran calado. Con la promesa de impulsar la inclusión financiera, fomentar la inversión extranjera y disminuir la dependencia del sistema bancario tradicional, El Salvador se ha posicionado como un modelo de estudio global.
Aunque el uso cotidiano de Bitcoin entre los ciudadanos ha sido limitado—con muchos prefiriendo transacciones en dólares estadounidenses—el gobierno ha puesto en marcha proyectos ambiciosos. Entre ellos destaca el uso de energía geotérmica para la minería de BTC, así como programas educativos dirigidos a funcionarios públicos y estudiantes, para fomentar una mayor adopción tecnológica.
Riesgos latentes y perspectivas de futuro
El escenario, sin embargo, no está exento de desafíos. La volatilidad inherente al Bitcoin, sumada a preocupaciones sobre la transparencia fiscal, ha generado reservas tanto dentro como fuera del país. Las advertencias del FMI y otras instituciones financieras reflejan inquietudes sobre los posibles efectos macroeconómicos de una dependencia excesiva del Bitcoin como activo estratégico.
No obstante, Bukele y su equipo han reafirmado su confianza en que esta estrategia coloca a El Salvador en una posición privilegiada frente a los avances del sistema financiero global. Las recientes cifras de valorización refuerzan esa narrativa, en un contexto donde la adopción institucional de Bitcoin sigue creciendo a nivel mundial.
El Salvador y su papel pionero en el ecosistema cripto
El caso salvadoreño representa una referencia ineludible para países que evalúan incorporar activos digitales en sus políticas económicas. Al registrar más de $357 millones en beneficios latentes, el país demuestra que una visión audaz y sostenida puede encontrar recompensa incluso en un entorno cripto aún inmaduro y en evolución.
Mientras Bitcoin continúa desafiando sus propios límites históricos, la experiencia de El Salvador ofrece lecciones valiosas sobre innovación, riesgos y soberanía financiera en la era digital.