A casi un año de la toma de posesión de Donald Trump, los datos muestran un resultado que pocos anticiparon: las criptomonedas no lideraron el rendimiento financiero, mientras el capital migró masivamente hacia activos tradicionales considerados refugio.
Un análisis comparativo de una inversión hipotética de $10.000 realizada el 20 de enero de 2025 —día de la inauguración presidencial— revela una narrativa muy distinta a la que dominaba el mercado a comienzos de año. Lejos de una explosión cripto, el período estuvo marcado por salidas de capital desde activos especulativos hacia commodities físicos, especialmente metales preciosos e industriales.
Un portafolio que sorprendió al mercado
El seguimiento de esa inversión inicial, distribuida entre 12 grandes clases de activos, arroja un contraste claro. Mientras la plata avanzó más de 130% y el oro registró uno de sus mejores desempeños anuales en décadas, Bitcoin y la mayoría de las altcoins cerraron el período en negativo.
En el universo cripto, los números son elocuentes. Bitcoin muestra una caída cercana al 18% desde la toma de posesión, Ethereum retrocede alrededor de 10%, y tokens de mayor perfil especulativo como memecoins y proyectos de baja capitalización registran pérdidas que superan el 50%. Este desempeño contrasta con la narrativa dominante de inicios de 2025, que anticipaba un ciclo alcista impulsado por una administración favorable a la industria.
Crypto prices since Trump took office: $BTC: -18% $ETH: -10% $XRP: -42% $SOL: -52% $DOGE: -68% $ADA: -65% $LINK: -47% $AVAX: -68% $SUI: -71% $TON: -72% $ENA: -75% $PEPE: -78% $APT: -83% $TRUMP: -82%
Thankyou, MR President.
— Crypto Rover (@cryptorover) December 25, 2025
Regulación favorable, precios débiles
Paradójicamente, el contexto regulatorio en Estados Unidos mejoró de forma tangible para el sector blockchain. La administración Trump impulsó avances clave: una hoja de ruta oficial para activos digitales, respaldo explícito al desarrollo del mercado cripto, cambios de tono en la SEC y la CFTC, e incluso la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin mediante orden ejecutiva.
Sin embargo, el mercado no respondió con subidas sostenidas de precio. A pesar de máximos históricos puntuales en Bitcoin y repuntes selectivos en algunos tokens, el balance agregado sigue siendo negativo. La percepción dominante entre analistas es que la mejora regulatoria no compensó el entorno macroeconómico adverso, caracterizado por tensiones geopolíticas, políticas arancelarias agresivas y expectativas crecientes de inflación.
El verdadero “superciclo” estuvo en los metales
Mientras las criptomonedas luchaban por sostener valor, los metales protagonizaron el verdadero superciclo. La plata se consolidó como el activo estrella, impulsada por una combinación de factores: demanda industrial vinculada a energías renovables y vehículos eléctricos, uso creciente en la fabricación de chips para inteligencia artificial, temores a restricciones comerciales y una oferta estructuralmente limitada.
El oro, por su parte, acumuló una subida cercana al 60%, una cifra excepcional para un activo históricamente defensivo. Para muchos gestores, este comportamiento refleja que el mercado está descontando mayor incertidumbre sistémica, utilizando a los metales como cobertura ante riesgos macro y políticos.
Señales claras de aversión al riesgo
Más allá de las razones específicas, el patrón es consistente: los flujos de capital se alejaron de la especulación. Acciones tecnológicas, índices de pequeña capitalización y criptoactivos quedaron rezagados frente a materias primas tangibles. En palabras de algunos operadores, “Bitcoin a 90.000 dólares se siente como Bitcoin a 10.000”, una frase que resume el deterioro del sentimiento pese a precios nominalmente elevados.
En retrospectiva, el llamado “Trump Trade” de 2025 no fue una apuesta por tecnología ni por blockchain, sino una rotación defensiva hacia commodities. Un portafolio diversificado en plata, oro, platino y paladio habría más que duplicado su valor, dejando en evidencia dónde estuvo el verdadero alfa del período.


