La compañía invirtió más de $516 millones en Bitcoin entre mayo y junio, como parte de su nueva política de tesorería diversificada.
El lanzamiento de un ETF por Bitwise centrado en GameStop refuerza el vínculo entre la firma, los activos digitales y el apetito especulativo minorista.
Pese a mostrar señales de mejora operativa, GameStop continúa navegando un entorno competitivo adverso en la industria de videojuegos. En su informe del primer trimestre de 2025, la firma reportó una utilidad por acción (EPS) de $0.09, superando las expectativas del mercado. No obstante, los ingresos se ubicaron en $732,4 millones, por debajo de los $754,2 millones proyectados por Wall Street, lo que generó escepticismo y una caída del 4% en el precio de su acción durante las operaciones extendidas del 10 de junio.
Sin embargo, la verdadera sorpresa no vino de su balance financiero, sino de su hoja de tesorería: GameStop reveló la compra de 4.710 Bitcoin entre el 3 de mayo y el 10 de junio, con un valor estimado de $516,6 millones. La decisión se enmarca en una actualización de su política de inversión corporativa, la cual reconoce a Bitcoin como activo de reserva estratégica, en una movida que recuerda a la narrativa adoptada previamente por compañías como Strategy (antes MicroStrategy).
Desde el punto de vista financiero, el margen operativo de la compañía mejoró de -5.7% a -1.5% en comparación interanual, mientras que el flujo de caja libre pasó de -$114,7 millones a +$189,6 millones, lo que sugiere una mayor capacidad para explorar estrategias agresivas de diversificación de activos.
Como extensión de esta narrativa cripto-corporativa, Bitwise Asset Management lanzó el ETF IGME, el primer fondo centrado en la estrategia de Bitcoin de GameStop. Este ETF combina exposición a la acción GME con una estrategia de ingresos basada en opciones (covered calls), diseñada para capturar tanto la volatilidad de la acción como el potencial alcista derivado de su reserva en Bitcoin.
Según Jeff Park, de Bitwise, este fondo apunta a reflejar el interés del inversor minorista en empresas que se posicionan en la intersección entre ingresos operativos y adopción de activos digitales.
Pese a estas novedades, el panorama no es del todo optimista. El giro hacia Bitcoin puede interpretarse como una estrategia de alto riesgo en un contexto donde la empresa aún lucha por adaptarse al dominio del juego digital y los servicios de streaming. Si bien el precio de la acción ha subido un 33% en los últimos tres meses, la decepción en ingresos genera dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento.
La incursión de GameStop en Bitcoin puede verse como un intento de reactivar la narrativa minorista que la catapultó en 2021. Sin embargo, a diferencia de aquella euforia, esta vez la empresa se presenta con fundamentos más sólidos y una estrategia corporativa definida. El mercado decidirá si esta apuesta por Bitcoin es un paso hacia la reinvención o una última maniobra en un tablero que sigue cambiando.