El reloj regulatorio ya está corriendo. El GENIUS Act, aprobado en julio de 2025, marca el inicio de una transformación sin precedentes en el mercado de las stablecoins de Estados Unidos. Lo que comenzó como un esfuerzo por garantizar estabilidad y transparencia podría terminar redibujando el mapa financiero cripto, obligando a los emisores a comportarse como bancos y redefiniendo los límites entre finanzas tradicionales y descentralizadas.
Una línea de tiempo que cambia el juego
El 18 de julio de 2025, el GENIUS Act (Public Law 119–27) se convirtió oficialmente en ley. Desde ese momento, el Tesoro de EE. UU., la Reserva Federal, la FDIC y la OCC asumieron la tarea de crear el marco regulatorio para las llamadas payment stablecoins, tokens respaldados en dólares que deberán operar bajo un nuevo régimen de licencias y reservas.
Según el calendario oficial:
19 de septiembre de 2025: el Tesoro iniciará el proceso de consulta pública (Advance Notice of Proposed Rulemaking) para definir los criterios de elegibilidad, reservas, fiscalidad y manejo de datos.
Primer semestre de 2026: se publicarán las reglas propuestas (NPRMs) que traducen la ley en estándares técnicos concretos.
Julio de 2026: fecha límite legal para emitir las reglas finales.
Enero de 2027 o 120 días después de la publicación final: el GENIUS Act entrará en vigor plenamente.
A partir de ahí, el ecosistema tendrá un plazo de transición de 18 meses para adaptarse. En julio de 2028, toda stablecoin que opere con usuarios estadounidenses deberá contar con licencia federal o quedar fuera del mercado.
Stablecoins dentro del perímetro bancario
El GENIUS Act crea una categoría exclusiva: las “payment stablecoins”, emitidas únicamente por entidades autorizadas como subsidiarias bancarias, instituciones federales supervisadas por la OCC o emisores estatales aprobados con supervisión federal directa.
Las reglas son claras:
Reservas en efectivo, depósitos bancarios o bonos del Tesoro.
Prohibición total de rehypothecation (uso o préstamo de los fondos de respaldo).
Reportes mensuales al Tesoro y supervisión prudencial completa bajo normas BSA/AML.
En otras palabras, las stablecoins pasarán a estar dentro de un perímetro bancario digital, aun sin ser llamadas bancos. El resultado: los emisores bajo jurisdicción estadounidense deberán cumplir con estándares equivalentes a los del sistema financiero tradicional.
La batalla regulatoria: rendimiento y competencia
Aunque la ley ya está promulgada, su implementación será una guerra de dos años entre reguladores y la industria.
El punto más polémico gira en torno a si los afiliados de los emisores podrán ofrecer rendimientos o productos de ahorro con interés.
El texto del GENIUS Act prohíbe que los emisores paguen intereses, pero no menciona explícitamente a sus afiliados.
Empresas como Paradigm argumentan que impedir los rendimientos vía afiliados violaría la letra de la ley y desincentivaría la adopción. Si los reguladores ganan, las stablecoins se convertirán en simples depósitos sin retorno.
Si el sector cripto prevalece, podrán competir directamente con los bancos, ofreciendo rendimiento con respaldo en T-bills.
Ganadores, perdedores y el nuevo orden del dinero digital
El GENIUS Act beneficiará a los grandes jugadores con infraestructura y regulación ya avanzada. Circle, Paxos y PayPal se posicionan para obtener la licencia de “emisor permitido”, mientras que los grandes bancos preparan sus propios depósitos tokenizados directamente en blockchain.
El dólar estadounidense también sale fortalecido. Cada stablecoin conforme a GENIUS estará respaldada 1:1 por bonos del Tesoro, lo que incrementa la demanda global de deuda estadounidense y consolida al dólar como la moneda dominante incluso en la Web3.
En cambio, los emisores offshore —como Tether— perderán acceso al mercado estadounidense. A partir de julio de 2028, las plataformas con clientes en EE. UU. no podrán ofrecer stablecoins no registradas bajo el marco GENIUS.
El mercado se dividirá en dos mundos: stablecoins bancarias y stablecoins extraterritoriales.
Bitcoin y Ethereum: el afuera y el adentro del sistema
La nueva ley crea una frontera digital.
Bitcoin queda fuera del perímetro, consolidando su papel como activo resistente a la censura y alternativa al dinero regulado.
Ethereum, en cambio, se convierte en el principal riel para la infraestructura regulada. La mayoría de las stablecoins bancarias y los activos tokenizados elegirán operar sobre redes EVM como Ethereum y Polygon, fortaleciendo su rol como capa base del nuevo sistema financiero digital.
Este doble sistema —uno regulado, otro libre— definirá la siguiente era de las finanzas descentralizadas:
DeFi regulado: con stablecoins GENIUS y liquidez institucional.
DeFi abierto: con monedas globales y flujos descentralizados fuera de EE. UU.
El resultado será un mercado bifurcado, donde la legitimidad y la censura conviven en paralelo.
El GENIUS Act no es solo una ley: es el blueprint del nuevo sistema financiero digital estadounidense.
Para algunos, un avance hacia la estabilidad.
Para otros, el principio del fin de la descentralización como la conocemos.


