“Cardano va a romper internet”, afirmó de manera tajante Charles Hoskinson, fundador de Input Output, en una publicación que rápidamente se viralizó en la comunidad cripto. La declaración llega en un momento clave para el ecosistema, con desarrollos regulatorios en Estados Unidos y nuevos productos financieros que incluyen a ADA en sus carteras.
El contexto político y regulatorio
Hoskinson realizó recientemente una visita a Washington D.C., donde participó en mesas de discusión sobre la estructura regulatoria del mercado cripto. Según adelantó, se han logrado “grandes progresos” en el debate legislativo, lo que refuerza las expectativas de un marco normativo más claro para proyectos como Cardano.
En paralelo, la SEC aprobó el ETF multi-token de Grayscale, un producto que ofrece exposición a ADA junto a otras criptomonedas de gran capitalización. Para analistas como Nate Geraci, este vehículo de inversión será recibido con una demanda significativa, consolidando a Cardano entre los activos de referencia del sector.
Entre el entusiasmo y la crítica
La frase de Hoskinson no tardó en desatar comentarios irónicos. Críticos desde la comunidad bitcoiner y detractores de ADA subrayaron el contraste entre la ambiciosa declaración y el precio actual del token, que no logra superar el dólar.
Incluso algunos seguidores de Cardano se sumaron al escepticismo con mensajes sarcásticos. Un usuario en redes instó a Hoskinson a “vender su helicóptero para ayudar a los holders”, en referencia a la caída de más del 70% desde su máximo histórico de septiembre de 2021, según datos de CoinGecko.
ADA en el mercado
Al cierre de esta edición, ADA cotiza en 0,922 dólares, ubicándose como la décima criptomoneda más grande por capitalización de mercado. Pese a su retroceso de largo plazo, la inclusión en un ETF regulado y los avances legislativos en EE.UU. podrían servir como catalizadores para el proyecto en los próximos meses.
El comentario de Hoskinson se suma a una narrativa más amplia en torno a Cardano: un ecosistema que busca posicionarse como infraestructura clave para contratos inteligentes y soluciones blockchain, en un entorno donde la regulación y los mercados tradicionales comienzan a prestar mayor atención a los activos digitales.