Bitcoin sigue reconfigurando los límites de lo posible. Esta vez, el hito llega desde uno de los rincones más escépticos del sistema financiero tradicional: JPMorgan, el mayor banco de Estados Unidos por activos, confirmó que permitirá a sus clientes comprar Bitcoin, aunque no ofrecerá servicios de custodia directa.
El anuncio fue realizado por el propio Jamie Dimon, director ejecutivo de la entidad, durante el Día del Inversor 2025. La declaración marca una reversión llamativa en la narrativa del banquero, quien hace apenas unos años comparaba a Bitcoin con la burbuja de los tulipanes y lo calificaba de “fraude”.
De enemigo acérrimo a facilitador de acceso
En 2017, Dimon fue claro:
“Despediría a cualquier empleado de JPMorgan que opere con Bitcoin. Es estúpido.”
Desde entonces, ha repetido con frecuencia que Bitcoin no tiene valor intrínseco, que es utilizado por delincuentes y que no debería formar parte del sistema financiero. Incluso en 2024 declaró que no hablaría más del tema en público.
Pero los hechos son más elocuentes que las palabras. En el último año:
JPMorgan realizó su primera transacción estructurada en una blockchain pública, utilizando infraestructura de Ondo Finance y Chainlink.
Ha ampliado su presencia en proyectos de tokenización, stablecoins y blockchain empresarial.
Y ahora, confirma que sus clientes podrán acceder directamente a Bitcoin, aunque manteniendo una postura técnica de no brindar custodia.
La contradicción es evidente, pero también lo es la fuerza del mercado. Dimon puede no creer en Bitcoin, pero su institución sí reconoce la demanda.
Un cierre semanal histórico para Bitcoin
Tras las declaraciones del CEO, el precio de Bitcoin recuperó rápidamente el nivel de $105,000, marcando un nuevo récord de cierre semanal justo debajo de $106,500, así como su mejor cierre diario hasta la fecha. Con ello, acumula seis semanas consecutivas al alza, alimentadas por:
Ingresos récord en ETFs spot.
Acumulación institucional sólida.
Narrativas de cobertura ante inflación y desdolarización.
En este contexto, el anuncio de JPMorgan no solo valida la narrativa alcista, sino que también pone de manifiesto la inevitabilidad de la adopción, incluso entre quienes antes la denostaban.
Adopción, pragmatismo y contradicción
Lo que estamos presenciando es un cambio de fase en la relación entre las grandes instituciones financieras y el ecosistema cripto. No se trata ya de una batalla ideológica entre lo tradicional y lo emergente, sino de una integración pragmática en la que incluso los críticos más persistentes deben adaptarse o quedar rezagados.
JPMorgan no es el primero en hacerlo, pero su caso tiene un peso simbólico descomunal. Dimon representa la ortodoxia financiera, el poder bancario institucionalizado, el escepticismo visceral. Que bajo su gestión el banco facilite operaciones con Bitcoin es, en los hechos, una admisión de derrota retórica.
Como lo expresó Nic Puckrin, CEO de Coin Bureau:
“Dimon es uno de los críticos más conocidos de Bitcoin. Que su firma lo ofrezca a clientes confirma que la adopción ya no se puede detener.”
Lo que viene: ¿custodia, ETFs, integración total?
Aunque JPMorgan aún no ofrece servicios de custodia para BTC, todo indica que la evolución es inevitable. A medida que los reguladores clarifican las reglas del juego y los productos financieros cripto ganan legitimidad, la infraestructura bancaria tradicional se verá forzada a integrar estas herramientas de forma cada vez más completa.
Ya no se trata de “si”, sino de “cuándo” y “cómo”. Y para los clientes institucionales, la presencia de Bitcoin dentro de una banca reconocida representa una capa adicional de validación y comodidad operativa.
El caso de JPMorgan deja una lección clara: puedes oponerte a Bitcoin con palabras, pero no con hechos cuando el mercado avanza. Los bancos no están cediendo por convicción, sino por presión competitiva, por demanda del cliente, por inevitabilidad tecnológica.
Y eso es precisamente lo que hace que Bitcoin siga ganando, incluso en territorio hostil.