De enemigo a aliado financiero. El gigante bancario JPMorgan Chase planea permitir que sus clientes institucionales utilicen Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH) como colateral para préstamos antes de que termine 2025, según informó Bloomberg. El movimiento marca un punto de inflexión en la relación de Wall Street con las criptomonedas y refleja un avance tangible en la integración del sector tradicional con el ecosistema digital.
De los ETF a las criptomonedas físicas
El programa que será implementado a nivel global permitirá que las instituciones financieras empleen directamente sus tenencias en BTC y ETH como garantía de crédito.
A diferencia de iniciativas previas, donde JPMorgan ya había aceptado ETF vinculados a criptomonedas como respaldo, esta nueva fase autorizará el uso directo de los activos digitales, ofreciendo mayor flexibilidad de liquidez para inversionistas que prefieren no vender sus posiciones a largo plazo.
La operación contará con un custodio externo encargado de resguardar los criptoactivos comprometidos, una práctica que busca minimizar el riesgo operativo y de contraparte.
Una señal de cambio en Wall Street
El anuncio tiene una carga simbólica considerable.
El CEO del banco, Jamie Dimon, quien años atrás calificó a Bitcoin como una “herramienta para el lavado de dinero” y lo comparó con los “tulipanes” de la burbuja holandesa del siglo XVII, ha moderado su postura.
En declaraciones recientes, Dimon aseguró que “defenderá el derecho de las personas a comprar bitcoin”, a pesar de mantener reservas sobre su naturaleza.
Mientras tanto, el banco ha expandido silenciosamente sus servicios relacionados con criptoactivos, incluyendo operaciones de trading y financiamiento dirigidas a clientes institucionales.
Un movimiento en línea con la competencia
JPMorgan no está solo en este terreno.
Otras entidades financieras de peso como Morgan Stanley, State Street, BNY Mellon y Fidelity han acelerado su adopción de servicios vinculados a activos digitales, ya sea en custodia, productos derivados o infraestructura de negociación.
La convergencia regulatoria también ha sido clave. En Estados Unidos, los avances del Crypto Market Structure Bill y nuevas directrices de la SEC y la CFTC han reducido fricciones de cumplimiento, allanando el camino para que los bancos tradicionales amplíen su exposición al sector.
El significado económico: liquidez y legitimidad
Permitir el uso de BTC y ETH como garantía crediticia representa una evolución natural del mercado financiero hacia la tokenización de activos y la integración con la infraestructura blockchain.
Para los inversionistas institucionales, esta posibilidad implica acceso a liquidez sin necesidad de deshacer posiciones, un cambio especialmente relevante en contextos de alta volatilidad.
Desde la perspectiva del ecosistema cripto, la medida refuerza la legitimidad del Bitcoin como activo financiero global y acelera la adopción del ETH como instrumento colateral dentro de los modelos de préstamo corporativo.
Un puente entre finanzas tradicionales y criptoeconomía
Con este movimiento, JPMorgan Chase envía una señal inequívoca: el sistema bancario tradicional ya no puede ignorar el valor económico y funcional de las criptomonedas.
El paso de los ETF a los activos subyacentes es, además, una declaración de intenciones: la tokenización del crédito institucional ha comenzado.
En un entorno donde los bancos centrales avanzan con sus CBDC y los inversionistas institucionales diversifican hacia activos digitales, la frontera entre lo tradicional y lo descentralizado se vuelve cada vez más difusa.


