El presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), Paul Atkins, aseguró en una entrevista con Fox Business que el organismo ha puesto en marcha a todas sus divisiones y oficinas con un objetivo claro: convertir a EE. UU. en la “capital cripto del mundo”. La declaración se produce tras el lanzamiento de Project Crypto, una iniciativa que busca modernizar la regulación vigente sobre activos digitales.
Avances legislativos clave
Atkins destacó como un hito la aprobación en julio del GENIUS Act, ley que establece un marco regulatorio para stablecoins y que, según él, representa “un gran paso adelante” para la industria. Además, confirmó que en el Congreso se están evaluando otros proyectos legislativos que podrían reforzar este marco, y expresó su expectativa de “ver mucho más progreso” en el corto plazo.
Sin embargo, no todos en la SEC consideran que sea necesario esperar nuevas leyes. La comisionada Hester Peirce declaró recientemente a Bloomberg que el organismo ya cuenta con suficiente autoridad para avanzar en materia cripto bajo el marco legal actual.
Cambio de tono regulatorio
Desde que Atkins asumió el cargo en abril, tras la salida de Gary Gensler, ha prometido un cambio en la relación entre el regulador y el ecosistema. Según el presidente, la anterior gestión dejó un entorno hostil para la innovación, con interpretaciones legales contradictorias y falta de certeza para los participantes del mercado. “Estamos cambiando eso”, afirmó, subrayando la importancia de ofrecer reglas claras y coherentes.
Custodia de activos digitales como prioridad
Uno de los ejes de Project Crypto es la custodia segura de activos digitales, especialmente cuando se mantienen en nombre de inversores. Atkins señaló que las normas de custodia, con más de 90 años de antigüedad, necesitan adaptarse a la tecnología actual. Este ajuste regulatorio, afirmó, es una de las prioridades más altas de la SEC para garantizar la protección del mercado y la confianza de los inversores.
La nueva estrategia de la SEC busca combinar certeza regulatoria, apoyo a la innovación y protección al inversor, en un contexto en el que Estados Unidos aspira a reposicionarse como centro global de la industria cripto.