En el panorama regulatorio de las criptomonedas en Estados Unidos, una posibilidad se cierne con creciente atención: la intervención del FSOC, un ente regulador con poder para designar empresas como riesgos sistémicos. Esta situación podría colocar a grandes jugadores del sector de activos digitales, como los emisores de stablecoins, bajo una supervisión y cumplimiento normativo más estricto, similar al de entidades financieras tradicionales.
Esta perspectiva surge en un contexto donde el Congreso de EE.UU. está activamente involucrado en la creación de un marco regulatorio para las criptomonedas y las stablecoins. Legisladores como el representante French Hill han subrayado la importancia de este esfuerzo legislativo y han advertido contra la intervención del FSOC, argumentando que el consejo debería respaldar, en lugar de suplantar, los esfuerzos del Congreso.
El FSOC, revitalizado tras revocar ciertas limitaciones impuestas durante la era Trump, ha expresado su preocupación por los riesgos que las stablecoins pueden representar para la estabilidad financiera. En su informe anual, el consejo enfatizó la necesidad de una legislación comprensiva para abordar estos riesgos, dejando entrever que podría tomar medidas propias si el Congreso no actúa con celeridad.
Representantes de la industria cripto han señalado que, aunque el FSOC tiene la autoridad para intervenir, es poco probable que lo haga dado que el sector cripto actual no se considera un riesgo sistémico de gran magnitud. Sin embargo, esta posibilidad sigue siendo una preocupación latente, especialmente dada la naturaleza dinámica y en rápida evolución del mercado de criptoactivos.
La intervención del FSOC en el sector cripto no sería sencilla ni inmediata. Requeriría un proceso extenso y complejo, algo que el consejo ha evitado excepto en casos de crisis financiera severa, como la de 2008. Además, la designación de una empresa cripto como riesgo sistémico podría abrir debates sobre por qué entidades financieras más grandes no han sido objeto de similar escrutinio.
En este escenario, los legisladores republicanos parecen estar enviando un mensaje claro: cualquier movimiento del FSOC en esta dirección enfrentará una respuesta significativa por parte de la administración. Este desarrollo pone de relieve la delicada balanza entre la regulación y la innovación en el campo de las criptomonedas, un tema que sin duda seguirá siendo de gran interés para los inversores, reguladores y participantes del mercado en EE.UU. y más allá.
