El Servicio de Recaudación de Impuestos de los Estados Unidos (IRS) ha anunciado una nueva regulación que afectará a los inversores en criptomonedas.
Según la reciente normativa, aquellos que participan en el proceso de staking para validar transacciones en blockchains de prueba de participación (proof-of-stake) deberán informar las recompensas obtenidas como ingresos brutos del año fiscal en el que obtengan el control de dichas recompensas.
Esta medida es parte del esfuerzo del IRS para abordar las implicaciones fiscales de las criptomonedas, y se suma a las regulaciones existentes que ya gravan las recompensas de minería y las ganancias de capital en el mundo de las criptodivisas.
Impuestos para el Staking de criptomonedas en EEUU
La última decisión del IRS ha provocado un mayor debate en la comunidad de inversores y entusiastas de las criptomonedas. La regulación anterior solo gravaba las recompensas de minería y las ganancias de capital derivadas de operaciones con criptomonedas, sin embargo, con esta nueva medida, el proceso de staking se suma a la lista de actividades sujetas a impuestos.
El staking es una técnica en la que los inversores bloquean una cantidad determinada de criptomonedas para apoyar la seguridad y operación de una red blockchain. A cambio de esta participación, reciben recompensas en forma de nuevas criptomonedas, que hasta ahora no estaban sujetas a impuestos. Sin embargo, con la última regulación, el IRS exige que estas recompensas sean declaradas como ingresos brutos del año fiscal en el que el inversor obtenga el control de las mismas.
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Todo ingreso o ganancia se definen como ingresos brutos en EEUU
La base legal para esta nueva regulación proviene de la Sección 61(a) del Código de Impuestos Internos de EE. UU., que define los ingresos brutos como todas las ganancias provenientes de cualquier fuente.
Bajo esta norma, cualquier acceso a riqueza que un contribuyente tenga y esté claramente realizado debe ser incluido en los ingresos brutos. En el caso de las recompensas por staking, el IRS considera que el acceso a las criptomonedas recompensadas ocurre en el momento en que el inversor obtiene el control sobre ellas y puede disponer libremente de las mismas, ya sea vendiéndolas, intercambiándolas o de cualquier otra forma.
Es importante destacar que el IRS ha definido previamente las criptomonedas como propiedad para fines fiscales, lo que implica que las reglas que se aplican a las transacciones con propiedades también se aplican a las transacciones con criptomonedas.
Esto significa que las recompensas por staking, al ser consideradas como ingresos brutos, estarán sujetas a las mismas tasas impositivas que se aplican a las ganancias de capital y otros ingresos derivados de la propiedad.
Conclusión:
La nueva regulación del IRS sobre el tratamiento fiscal de las recompensas por staking en criptomonedas representa un paso significativo en la regulación de este mercado emergente. Los inversores en criptomonedas deberán estar atentos a esta normativa y asegurarse de cumplir con sus obligaciones fiscales al declarar estas recompensas como ingresos brutos en el año fiscal correspondiente.
La medida refleja el creciente interés de las autoridades fiscales en las criptomonedas y busca garantizar que los inversores cumplan adecuadamente con sus responsabilidades tributarias en este ámbito en constante evolución. Con el panorama regulatorio en constante cambio, los inversores en criptomonedas deben mantenerse informados y estar preparados para adaptarse a nuevas políticas fiscales que puedan surgir en el futuro.
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