El Tesoro de Estados Unidos y el Servicio de Impuestos Internos (IRS) han dado un paso sin precedentes al introducir el Procedimiento de Ingresos 2025-31, un conjunto de reglas que permite oficialmente el staking en ETF de criptomonedas y fideicomisos regulados. Esta medida, celebrada como un punto de inflexión por analistas e instituciones, ofrece un camino legal y fiscal claro para que los fondos de inversión tradicionales participen en redes proof-of-stake (PoS) y compartan recompensas de validación con sus inversionistas.
El nuevo marco elimina una de las mayores barreras que frenaban la adopción institucional: la falta de claridad regulatoria y el riesgo fiscal asociado a las actividades de staking.
Un hito para la integración cripto-financiera
Con la entrada en vigor del Procedimiento 2025-31, los ETF y fideicomisos que operan con activos digitales podrán realizar staking directamente y distribuir los rendimientos a sus tenedores como parte de sus beneficios. En términos simples, los inversionistas tradicionales que compren ETF de criptomonedas podrán recibir recompensas periódicas, del mismo modo que perciben dividendos o intereses en fondos convencionales.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, calificó la iniciativa como “una herramienta para mantener a Estados Unidos como líder global en innovación financiera y tecnología blockchain”. Su declaración subraya la intención del gobierno de no solo regular, sino también fomentar el crecimiento responsable del sector cripto.
Un marco seguro y estructurado para los fondos regulados
El Procedimiento 2025-31 establece una ruta clara para que los fondos y fideicomisos que operen con activos digitales puedan realizar staking sin conflictos con la ley tributaria o los requisitos de la SEC.
Según el abogado Bill Hughes, de Consensys, el documento crea un marco operativo muy preciso:
Los ETF y fideicomisos deberán limitar su exposición a un solo activo digital acompañado de efectivo de respaldo, evitando mezclas de criptomonedas. Además, deberán delegar la custodia y validación a entidades certificadas capaces de manejar claves privadas de forma segura.
También se exige que los fondos mantengan mecanismos de liquidez aprobados por los reguladores, de modo que los inversores puedan recuperar su capital incluso cuando parte de los tokens esté bloqueada en procesos de staking.
Los contratos con proveedores de servicios deberán ser totalmente independientes y auditables, garantizando transparencia en la relación entre el fondo y los validadores.
Por último, las instituciones solo podrán dedicarse a custodiar, hacer staking y permitir el rescate de activos, excluyendo cualquier forma de especulación o negociación discrecional.
Con este conjunto de normas, el Tesoro busca ofrecer un entorno que combine innovación tecnológica con protección al inversor, despejando los temores que por años mantuvieron a los grandes gestores al margen del staking.
Impacto en Ethereum, Solana y las redes PoS
Los analistas coinciden en que la nueva regulación beneficiará directamente a los ecosistemas proof-of-stake, en especial Ethereum y Solana, los cuales han liderado el mercado de staking global.
El especialista en ETF Eric Balchunas calificó el anuncio como un “cambio de juego”, destacando que es la primera vez que un Secretario del Tesoro menciona públicamente los ETF de criptomonedas en un comunicado oficial.
En la red social X (Twitter), la cuenta de análisis BMNR Bullz celebró la noticia como “una gran victoria para Ethereum y los ETF cripto”, señalando que la medida “podría desbloquear billones de dólares en capital institucional”.
Los rendimientos actuales del staking de Ethereum se sitúan cerca del 3% anual, mientras que Solana ofrece tasas que varían entre el 4% y el 8%. Con el nuevo marco, estas recompensas podrían integrarse directamente en los productos ETF, generando un flujo de ingresos pasivo para los inversionistas tradicionales.
Un paso hacia la adopción masiva
El reconocimiento del staking por parte del Tesoro y el IRS aborda una de las mayores preocupaciones de la industria: la incertidumbre regulatoria. De acuerdo con la Encuesta de Inversores Institucionales en Activos Digitales 2025 elaborada por EY, más del 60% de los gestores institucionales citaban la falta de claridad fiscal como la principal razón para no invertir en criptomonedas.
De igual modo, una investigación de Amundi reveló que la existencia de marcos legales y custodias seguras es el factor más determinante para que los fondos de pensión y aseguradoras consideren la exposición al mercado cripto.
Con este nuevo puerto seguro, Estados Unidos se posiciona como referente global en materia de regulación financiera para activos digitales, atrayendo capital que antes se dirigía a jurisdicciones más flexibles, como Suiza o Singapur.
Nuevas oportunidades para los ETF cripto
El lanzamiento del REXShares Ethereum Staking ETF, en septiembre de 2025, ya demostró el apetito del mercado por productos que combinen exposición a criptomonedas y generación de rendimiento. La aprobación oficial del Tesoro permitirá que este tipo de ETF se conviertan en la norma y no en la excepción.
Los analistas prevén que, en los próximos años, veremos una nueva ola de ETF de staking, no solo basados en Ethereum o Solana, sino también en redes como Cardano, Avalanche y Polkadot. Estos productos podrían ofrecer rendimientos estables y regulares, acercando a los inversores tradicionales al universo de la blockchain.
La publicación del Procedimiento de Ingresos 2025-31 marca un antes y un después para el mercado cripto. Al legitimar el staking en ETF de criptomonedas, el Tesoro y el IRS abren la puerta a una integración profunda entre el sistema financiero tradicional y el emergente mundo digital.
Más allá de su impacto técnico, la medida consolida a Estados Unidos como pionero en regulación fiscal para activos digitales y crea las condiciones para que el capital institucional fluya libremente hacia las redes PoS, fortaleciendo su seguridad, descentralización y adopción global.
El staking, antes visto como un terreno incierto, se convierte ahora en una estrategia financiera reconocida y rentable dentro de los portafolios regulados.


