Eso es exactamente lo que planea Tether. La empresa detrás de USDT quiere cerrar el año como el mayor productor de hash del mundo, en una jugada que redefine su papel en la infraestructura de Bitcoin.
Tether apunta al liderazgo global en minería
Paolo Ardoino, CEO de Tether, aseguró recientemente que la compañía va camino a convertirse en el mayor minero de Bitcoin del mundo antes de que termine el 2025. Aunque admite que invertir directamente en BTC suele ser más rentable, defiende la estrategia como un compromiso con la descentralización de la red y la protección de su tesorería.
Tether ya opera granjas de minería en Sudamérica, Estados Unidos y otras regiones estratégicas, y ha comenzado a construir una infraestructura robusta con una visión a largo plazo. “Estamos viviendo un momento monumental para esta industria”, afirmó Ardoino, resaltando la necesidad de mantener una presencia significativa en EE.UU.
Más allá del profit: descentralización y seguridad
La movida de Tether no se trata solo de ganancias. El objetivo es claro: fortalecer la red Bitcoin desde dentro, diversificando la participación en el consenso y evitando una centralización de poder hash en pocas entidades. Para ello, la firma también ha invertido en el desarrollo de un sistema operativo para minería (Mining OS o MOS), diseñado para facilitar la entrada de nuevos actores al ecosistema.
El MOS, que será open-source y estará disponible en el cuarto trimestre de 2025, se basa en arquitectura modular y redes IoT P2P, pensado para integrarse con contenedores de minería y sistemas de energía existentes. Esto podría cambiar las reglas del juego para pequeños y medianos mineros.
Además, Tether ha unido fuerzas con el pool Ocean, un protocolo que promueve la construcción descentralizada de bloques, al que la empresa ha comprometido su hashrate actual y futuro.
Tether también acumula oro: $8 mil millones en reservas
Paralelamente a su ofensiva minera, Tether ha diversificado su respaldo de reservas. Actualmente, la compañía mantiene alrededor de 80 toneladas de oro, equivalentes a $8 mil millones de dólares, resguardados en lo que Ardoino describe como “la bóveda más segura del mundo” en Suiza. Esto representa un 5% de sus reservas totales de $112 mil millones, colocándola a la par de gigantes como UBS en posesión de metales preciosos.