Esa es la paradoja que rodea a XRP, el token nativo de Ripple, que hoy genera un fuerte debate entre inversores minoristas y actores institucionales.
Un token con dos caras
El abogado John E. Deaton encendió la discusión en la red social X al calificar a XRP como “la criptomoneda más odiada por instituciones y traders profesionales, pero la más amada por los inversores minoristas”.
La afirmación llegó justo cuando el valor de mercado de XRP ronda los 180.000 millones de dólares, consolidándose como el tercer criptoactivo más grande. Para algunos analistas, resulta irónico que un token con semejante capitalización continúe siendo uno de los más cuestionados.
Críticas estructurales y dudas de adopción
Entre los detractores, las críticas apuntan a la centralización de XRP. Se cuestiona que la red funcione con una lista de validadores aprobados y que los cambios importantes requieran un 80% de consenso, lo que, según algunos, concentra demasiado poder.
Otros señalan que las alianzas comerciales de Ripple habrían generado una imagen de adopción más amplia de la que realmente existe.
Una comunidad leal y combativa
Frente a estas críticas, los defensores de XRP alegan que la animadversión responde más a una cuestión de tribalismo cripto. Según la usuaria Kitty Leroux, las campañas tempranas de comunidades de Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH), sumadas a la presión regulatoria en EE. UU., endurecieron las percepciones negativas.
Para otros, como Scotty Inkley, la hostilidad esconde una amenaza competitiva: “BTC y ETH son lentos en comparación. XRP podría brillar durante cinco o diez años antes de que otra tecnología lo supere”.
Señales de mayor institucionalización
Pese a la división de opiniones, XRP ha logrado hitos importantes en los mercados tradicionales. Recientemente se convirtió en la criptomoneda que más rápido alcanzó los 1.000 millones de dólares en interés abierto en futuros de CME, compartiendo club con BTC, ETH y SOL. Este dato refuerza la idea de una liquidez creciente y mayor participación profesional.
Además, los tenedores del token ya cuentan con nuevas alternativas de rendimiento. La plataforma MoreMarkets, en alianza con Flare, lanzó la cuenta “XRP Earn Account”, que permite generar rendimientos semanales sin necesidad de interactuar con complejas estrategias DeFi.
Perspectiva de precio bajo presión
De acuerdo con CoinGecko, XRP cotiza actualmente en 3,02 dólares, con un avance semanal de 4,2%, superando al mercado global que retrocedió 0,5%.
No obstante, en las últimas dos semanas acumula una caída de 7%, y en el último mes retrocede casi 8%, situándose un 17% por debajo de su máximo histórico de 3,65 dólares alcanzado en julio.
Los analistas advierten que las entradas de ballenas en exchanges podrían intensificar la presión vendedora. En el corto plazo, el nivel de 2,95 dólares aparece como soporte clave:
Un rebote decisivo abriría el camino hacia 4,20 – 4,50 dólares.
Una ruptura a la baja podría arrastrar el precio hacia 2,80 o incluso 2,40 dólares.
Un activo que no deja indiferente
El caso de XRP refleja la complejidad del ecosistema cripto: amado por su comunidad minorista, cuestionado por su diseño y centralización, pero cada vez más integrado en productos financieros institucionales. Una dualidad que mantiene al token en el centro de la conversación y que, por ahora, asegura que siga siendo imposible de ignorar.