El debate sobre el yield cripto ha vuelto al centro de la escena luego del análisis más reciente de RedStone, que expone una paradoja difícil de ignorar: aunque el ecosistema ya construyó staking robusto, stablecoins con rendimiento, DeFi maduro y bonos tokenizados, solo entre el 8% y el 11% del mercado cripto efectivamente produce yield hoy, frente al 55%–65% del mercado financiero tradicional.
La infraestructura existe.
Los APYs existen.
La demanda existe.
Lo que falta —según RedStone— no es producto, sino transparencia de riesgo.
El ecosistema cripto ya ofrece rendimiento… pero nadie puede compararlo
RedStone estima entre 300.000 y 400.000 millones de dólares en activos cripto que generan rendimiento, dentro de una capitalización total de 3,55 billones. Sin embargo, advierte que esta cifra está probablemente inflada porque muchos activos se cuentan dos veces: por ejemplo, ETH staked, luego wrappeado, después depositado en un protocolo DeFi y finalmente utilizado como colateral.
Mientras tanto, el benchmark TradFi —que incluye bonos corporativos, fondos monetarios, acciones con dividendos y crédito estructurado— no es superior por complejidad, sino por estandarización.
TradFi tiene:
ratings crediticios
informes obligatorios
prospectos auditados
pruebas de estrés
métricas comparables
Cripto tiene:
APYs
TVL
dashboards
analíticas fragmentadas
El resultado es obvio:
sin estandarización, no hay comparabilidad; sin comparabilidad, no hay capital institucional.
Regulación: un catalizador, no la solución final
El informe destaca cómo el GENIUS Act, que establece reglas claras para las stablecoins de reserva total, impulsó un crecimiento del 300% en stablecoins con rendimiento.
La regulación respondió la pregunta binaria:
¿esto es legal?
Pero dejó sin responder la pregunta más importante para las instituciones:
¿cuál es el riesgo?
La claridad regulatoria permitió a los emisores enfocarse en escalar, pero los grandes fondos comenzaron a pedir lo que falta:
métricas uniformes de calidad de activos
análisis de contraparte
exposición a riesgo operacional
transparencia sobre cadenas de colateral
La conclusión es contundente:
Regulación reduce incertidumbre, pero no reemplaza la necesidad de sistemas de medición.
Dónde se distribuye realmente el yield cripto
RedStone desglosa el panorama:
Staking: 234.000 millones (62,9%)
Depósitos DeFi: 116.000 millones
Stablecoins con rendimiento: 22.000 millones
Esto confirma que la mayoría del rendimiento proviene de activos nativos de capa 1, no de productos sintéticos ni de derivados estructurados.
Sin embargo, el gran problema no es técnico, sino de visibilidad.
El déficit de transparencia: el verdadero bloqueo institucional
RedStone resume el problema en una línea:
“El obstáculo para la adopción institucional es la transparencia de riesgo.”
Los desafíos principales:
1. No existe un sistema de calificación de riesgo comparable
Un APY del 5% puede provenir de:
staking (riesgo de slashing, baja liquidez)
stablecoins con respaldo en Treasuries (riesgo de custodio)
pools DeFi (riesgo de smart contracts)
Hoy no existe una escala comparable.
2. La calidad de activos no está estandarizada
TradFi distingue entre:
colateral primario
derivados
rehypothecación
Cripto mezcla todos los niveles en métricas como TVL.
3. Dependencias críticas no se reportan formalmente
Un sistema puede depender de:
un solo oráculo
un set reducido de validadores
contratos sin auditoría múltiple
Pero esa información no se integra en métricas de riesgo unificadas.
4. La doble contabilidad distorsiona la penetración real
La transparencia total de blockchain, irónicamente, dificulta medir exposición sin duplicar cifras:
staking + wrapping + depósito = “triple TVL” sobre el mismo colateral.
Cerrar la brecha: el próximo paso no es más yield, sino medirlo mejor
El ecosistema ya tiene:
staking con retornos predecibles
stablecoins con intereses respaldados
DeFi con tasas determinadas por oferta/demanda
bonos tokenizados conectados al sistema financiero
Lo que falta es lo que TradFi tardó un siglo en construir:
marcos estandarizados de riesgo
auditorías independientes de exposición y colateral
reglas uniformes de reposición y rehypothecación
métricas comparables entre protocolos, stablecoins y activos tokenizados
Cripto no carece de rendimiento.
Carece de legibilidad para los administradores de capital.
Hasta que no exista esa capa de medición, el cuello de botella no será el producto ni la regulación, sino lo más simple:
nadie puede contestar con precisión qué riesgo se asume para obtener ese APY.


