La historia oficial siempre es cómoda.
La alternativa, la verdadera, siempre es menos glamorosa: el mercado cayó porque estaba listo para caer.
Bitcoin venía de semanas de impulso, euforia apalancada y buyers estirados al límite. Cuando un activo crece sobre demanda agotada, cualquier ruido se vuelve chispa. No importa si es una noticia menor, una frase mal interpretada de Powell o un dato macro que llega tarde:
si el mercado está saturado, arde.
En Wall Street, los CTA son fondos sistemáticos que siguen tendencia y marcan el pulso de los movimientos violentos.
En cripto, su equivalente son:
- Bots cuantitativos,
- Algoritmos de momentum,
- Market makers ajustando riesgo,
- Y traders apalancados que corren detrás del precio.
Cuando detectan volatilidad, venden.
Cuando venden, aumenta la volatilidad.
Y cuando aumenta la volatilidad, venden más.
Ese loop perfecto es lo que convierte una corrección sana en un barrido que deja tierra arrasada.
Una de las imágenes más potentes de la charla original es esta:
“No había bids. Nadie quería comprar el retroceso.”
Bitcoin, en este tramo del ciclo, opera dentro de un mercado profesionalizado pero extremadamente delgado. Cuando el sentimiento se quiebra y la liquidez se evapora, los compradores de verdad —los que sostienen el precio— ya no están ampliando posiciones. Están esperando la salida.
Así, un mercado que parecía sólido funciona como un puente colgante:
no cae porque alguien lo empuja, cae porque estaba tensado.
Lo que observamos: la mira puesta en los 75.000 USD
Estructura técnica y contexto
La estructura W–X–Y continúa siendo la clave del ciclo actual.
Tras alcanzar la onda Y en torno a los 125.000 USD, el precio perdió momentum y entró en un retroceso superior al 30%, acompañado por señales claras de distribución institucional.
Actualmente, el movimiento descendente se encamina hacia la zona de 75.000–77.000 USD, donde confluyen:
- La base del canal alcista de largo plazo,
- El 0.618 de Fibonacci,
- La media móvil de 200 semanas,
- Y el soporte histórico de marzo 2025 (post “Liberation Day”).
Se trata de un nivel de defensa estructural, uno de los más importantes de toda la tendencia principal.
- Cruce bajista entre las medias móviles de 9 y 21 períodos, validando el cambio de sesgo.
- Volumen comprador insuficiente en cada rebote: el mercado sube sin convicción, baja con decisión.
- Rechazos repetidos en resistencias dinámicas, prueba de una presión vendedora aún dominante.
El mercado no muestra aún energía suficiente para revertir la tendencia.
La contracción de liquidez global, sumada a la fortaleza del dólar desde la decisión de la Fed del 15 de septiembre, presiona a todos los activos de riesgo.
BTC no es la excepción:
opera bajo aversión al riesgo, menor apetito institucional y un mercado fragilizado por el apalancamiento.
Bitcoin no cayó por una noticia puntual.
Cayó porque:
- La demanda real estaba agotada,
- El apalancamiento era alto,
- El libro estaba vacío,
- Y los sistemas preparaban la venta.
La lección es clara:
Bitcoin se mueve por flujos y estructuras, no por relatos.
Y quien entienda eso, no solo sobrevive: lidera.
Cuando el mercado vuelva a encenderse, será desde un nivel donde los compradores reales reaparezcan.
Ese nivel, hoy, tiene nombre y apellido: 75.000 USD.
Columna con fines informativos. No representa asesoramiento financiero.



