En una de las semanas más fuertes del año para los productos financieros cripto, los ETFs globales atrajeron USD 5.950 millones, de los cuales USD 3.550 millones fueron directamente hacia Bitcoin. Los analistas de Citi estiman que otros USD 7.500 millones podrían ingresar antes de fin de año, lo que mantendría la presión compradora institucional sobre el precio.
El impacto ya se nota: el flujo de ETFs se ha convertido en determinante de la dinámica de precios a corto plazo, dada su magnitud frente a la oferta disponible. Hoy, buena parte del movimiento intradía de BTC está correlacionado con la entrada o salida de fondos en estos vehículos, que ya dominan el pulso del mercado.
La narrativa de Bitcoin como “oro digital” recupera fuerza. Diversos informes sostienen que BTC aún está subvaluado frente al oro, lo que abre espacio para una revalorización ajustada por volatilidad.
JPMorgan proyecta que el precio podría alcanzar los USD 165.000 hacia fines de 2025, impulsado por la expansión de la demanda institucional y la alta liquidez global.
Otros pronósticos, más agresivos, ubican el rango entre USD 180.000 y USD 250.000, argumentando que la entrada sostenida de capital institucional podría empujar el mercado a un nuevo máximo histórico.
En paralelo, empieza a tomar forma una narrativa más ambiciosa: la idea de una “Reserva Nacional de Bitcoin” o la incorporación del activo en balances soberanos. Algunos analistas plantean que si gobiernos o fondos estatales comienzan a acumular BTC como cobertura frente a inflación o volatilidad monetaria, podría abrirse una fase de demanda institucional de altísimo impacto.
Además, se discute la posibilidad de que Bitcoin entre formalmente en planes de retiro (401k) y fondos regulados, algo que ampliaría la base de compradores “obligatorios” y daría al mercado una capa de estabilidad a largo plazo.
Lo que observamos
El comportamiento actual de Bitcoin refleja un patrón histórico que parece repetirse con notable simetría.
El precio vuelve a enfrentarse al ratio de expansión 0.618, un nivel técnico que ha funcionado como resistencia estructural en varios momentos del ciclo —tanto en 2023 como ahora, hacia fines de 2025—.
Entre octubre y noviembre de 2023, BTC pasó casi tres semanas consolidando bajo este mismo ratio antes de protagonizar el gran rally que lo llevó a superar los 164.000 USD meses después. Hoy, el mercado muestra una dinámica similar: el precio se estabiliza entre 121.000 y 123.000 USD, con velas semanales controladas y sin señales de distribución. El volumen, aunque moderado, sugiere acumulación selectiva.
La tendencia primaria continúa dentro de su canal ascendente iniciado en 2023. La MA200 semanal actúa como soporte estructural y el ratio 0.618 de la onda W sigue siendo la barrera clave del ciclo. Cada ruptura histórica de este nivel derivó en subas de entre +35% y +60%. Si el patrón se repite, el próximo movimiento podría proyectar el precio hacia la zona de 230.000–240.000 USD, equivalente a la expansión completa de la onda Y.
El contexto también acompaña.
La onda Y aún no muestra señales de agotamiento y cada corrección ha respetado los niveles de Fibonacci, mientras que los datos de volumen perfilado (VPVR) evidencian una disminución de oferta entre 122K y 140K, lo que históricamente facilita rupturas rápidas una vez superado el rango.
A nivel macro, la política de la Reserva Federal ha pasado de un tono restrictivo a uno más equilibrado, lo que favorece el apetito por activos escasos y descentralizados. Además, las tensiones comerciales entre EE. UU. y Asia están reforzando la búsqueda de coberturas alternativas, entre ellas, Bitcoin.
Escenario alcista (principal):
Consolidación controlada bajo 123.000 USD seguida de ruptura con volumen → proyección hacia 164.000 primero, y luego 204.000–240.000 USD.
Escenario lateral:
Rango extendido entre 110.000 y 123.000 USD, como etapa de acumulación similar a la que precedió al rally de 2024.
Escenario bajista (de baja probabilidad):
Solo la pérdida confirmada de 110.000 USD invalidaría la estructura actual y habilitaría un retroceso hacia 97.000–95.000 USD, coincidente con el 0,5 del canal.
Bitcoin entra en el último tramo del año con vientos institucionales a favor.
Los flujos récord en ETFs, el interés de grandes fondos y la comparación con el oro reactivan la narrativa de activo refugio y reserva de valor global.
En lo técnico, la historia parece repetirse: consolidación bajo el 0.618 antes de un tramo mayor.
Si el patrón vuelve a cumplirse y la ruptura llega con volumen, el mercado podría estar frente a la antesala del próximo gran rally, con objetivos que ya no suenan utópicos: los 240.000 dólares están, otra vez, en el mapa.
Columna con fines informativos. No representa asesoramiento financiero.