Desde que arrancó 2024, Bitcoin no solo subió: se disparó. Pasó de 43 836 US$ a poco más de 107 000 US$, más que duplicando su valor. Los grandes índices de Wall Street también avanzaron, aunque con paso más tranquilo: el S&P 500 gana alrededor de un 30 %, el Nasdaq Composite un 37 % y el Dow Jones un 16 %. Este contraste nace de una mezcla de fuerzas macroeconómicas (inflación todavía sensible, posible relajación de la Fed, tensiones arancelarias y geopolíticas) y factores propios del universo cripto (el halving de abril 2024 y la llegada de los ETF spot). A continuación, te comparto los datos y el contexto que explican por qué ambos activos tomaron rumbos distintos.
Rendimientos 2024-2025: datos a la fecha
Activo | 2 ene 2024 | 27 jun 2025 | Variación aproximada |
---|---|---|---|
Bitcoin | 43 836 US$ | 107 120 US$ | +144 % |
S&P 500 | 4 742,83 pts | 6 173,07 pts | +30 % |
Nasdaq Composite | 14 765,94 pts | 20 273,46 pts | +37 % |
Dow Jones | 37 715,04 pts | 43 819,27 pts | +16 % |
Las cifras corresponden al cierre del 27 jun 2025 y los porcentajes son aproximados.
Viento de fondo: la macro que moldeó ambos mercados
Inflación y Reserva Federal
La inflación en EE. UU. tocó un pico interanual del 3 % a inicios de 2025 y fue cediendo hasta rondar el 2,3 %. Con la economía mostrando señales de enfriamiento, la Fed mantuvo los tipos estables pero dejó la puerta abierta a dos recortes antes de fin de año. Un horizonte de tasas más bajas suele beneficiar a los activos de riesgo —desde las tecnológicas del Nasdaq hasta Bitcoin, visto como “alternativa” ante rendimientos reales negativos.
Política y tarifas
Las idas y vueltas arancelarias de la administración Trump alimentaron la volatilidad, aunque no evitaron que el S&P 500 y el Nasdaq marcaran máximos históricos en junio. Bitcoin, por su parte, saltó a escena cada vez que surgía el debate sobre su rol como cobertura frente a una política comercial impredecible.
Halving de Bitcoin (abril 2024)
El cuarto halving redujo la recompensa por bloque de 6,25 a 3,125 BTC. Este ajuste, históricamente ligado a ciclos alcistas, coincidió con la escalada hacia precios de seis cifras, aun sin replicar los porcentajes de rallies anteriores.
ETF spot y flujos institucionales
El lanzamiento de ETF spot en enero 2025 abrió la puerta a un flujo constante de dinero institucional. Ese colchón de demanda atenúa las caídas y sostiene la tendencia, algo que otras criptomonedas aún no han logrado igualar.
Geopolítica y energía
Los ataques EE. UU.–Irán de junio reavivaron el temor a un cierre del Estrecho de Ormuz, impulsando el crudo y encendiendo episodios de aversión al riesgo. Las criptomonedas sintieron el golpe con más fuerza (Ethereum cedió un 5 % en pocas horas) que los índices bursátiles, respaldados por megacaps y la estrategia de “buy the dip”.
¿Divergencia o convergencia?
Volatilidad versus estabilidad relativa
El espectacular +144 % de Bitcoin supera con holgura al avance bursátil, pero con sacudidas diarias mucho más pronunciadas. La prima de riesgo cripto sigue viva, pese a la mayor presencia institucional.
Drivers diferenciados pero vasos comunicantes
- Bolsa: se apoya en utilidades corporativas récord, recompras de acciones y la expectativa de tasas más bajas.
- Bitcoin: mezcla su narrativa de “oro digital” con sus propios catalizadores (halving, adopción corporativa).
Aun así, ambos comparten sensibilidad a la liquidez global: el mismo ciclo de relajación monetaria que impulsa los índices actúa de combustible para BTC, que cada vez se mueve menos aislado del pulso macro.
Riesgos y oportunidades
Una desaceleración mayor, un rebrote inflacionario o un giro hawkish de la Fed podrían frenar al S&P 500 y contagiar el ánimo cripto. Por el contrario, recortes de tasas y precios estables prolongarían la fiesta tanto para la tecnología como para Bitcoin.
Análisis técnico
Desde el mínimo del 22 de abril (marcado con una línea vertical punteada en los gráficos), Bitcoin encadenó una secuencia W-X-Y que lo llevó a la zona de 111 000 US$. Ese máximo dio paso a un retroceso A-B-C:
- Onda A: perforó la media móvil rápida.
- Onda B: rebotó sin fuerza bajo 109 000 US$.
- Onda C: cayó hasta la SMA 200 y el nodo de volumen dominante, para luego girar al alza.
El nivel de 104 881 US$ es ahora la “zona de decisión”. Durante la subida actuó como resistencia; tras la corrección, el precio se apoya allí con velas de cuerpo estrecho. Mientras BTC conserve ese umbral —reforzado por la SMA 200 y el bloque de volumen entre 100 000 y 105 000 US$— el sesgo de fondo sigue siendo positivo.
Hacia arriba, la oferta se concentra en 108-109 k US$: la confluencia de máximos recientes y volumen decreciente sugiere cierto cansancio comprador. Un cierre con volumen creciente por encima de ese techo reactivaría la fase alcista. Por el contrario, la pérdida sostenida de 104 881 US$ volvería a poner los ojos en los 100 000-102 000 US$, con la SMA 200 como última línea de defensa.
De enero 2024 a junio 2025, Bitcoin mostró una capacidad de apreciación muy superior a la de los grandes índices de EE. UU., pero también un mayor pulso con la volatilidad. El S&P 500, el Nasdaq y el Dow sortearon aranceles, inflación a la baja y rumores de recortes; Bitcoin, además, añadió su propio motor (el halving) y el impulso de los ETF.
De cara al segundo semestre, la ecuación seguirá girando en torno a tres variables: política monetaria, estabilidad geopolítica y demanda institucional. Si el escenario resulta benigno, Bitcoin podría seguir volando alto y la bolsa retomar máximos. Si alguna pieza falla, ambos activos verán probarse la resiliencia ganada en este ciclo. Por ahora, la balanza se inclina hacia un dinamismo compartido, aunque —como recuerdan las cifras— la montaña rusa sigue siendo patrimonio de la criptomoneda.
Columna con fines informativos. No representa asesoramiento financiero.