La reacción inicial mostró la tensión entre expectativas y realidad. Los rendimientos del Treasury a 10 años subieron levemente, mientras que los de corto plazo (2 años) retrocedieron, reflejando que los inversores ven a las tasas altas quedándose un tiempo, aunque el ciclo de recortes haya empezado. Varios miembros de la Fed, como Neel Kashkari, deslizaron la posibilidad de dos recortes adicionales este año si el mercado laboral muestra más debilidad. En otras palabras: el camino no está cerrado, pero tampoco garantizado.
La hoja de ruta de aquí en adelante se abre en tres posibles escenarios. Uno, el alcista, si el dot plot valida más recortes y la inflación subyacente cede. Ese contexto reforzaría la liquidez en acciones y criptomonedas, con Bitcoin apuntando a nuevos máximos, flujos institucionales sostenidos y una rotación hacia activos de riesgo como small caps, REITs y altcoins. Otro, el neutral, si los datos de inflación de servicios y empleo siguen firmes: en ese caso, Bitcoin y acciones se moverían en rangos definidos, con volatilidad pero sin dirección clara, mientras el dólar se mantiene fuerte y los rendimientos elevados. Y el tercero, el hawkish, si las presiones inflacionarias se reactivan o el dot plot mantiene pocos recortes: eso devolvería peso al dólar, presión a los bonos largos y probablemente un retroceso en BTC y activos beta.
Para Bitcoin, la traducción práctica es simple: menos retorno del cash y de los bonos cortos favorece la búsqueda de alternativas de mayor riesgo, y ahí entra en juego el carry trade hacia cripto. Un dólar menos firme ayuda a que flujos globales roten hacia activos digitales; pero si los bonos largos siguen ofreciendo altos rendimientos por la expectativa de inflación persistente, ese incentivo se diluye. En el corto plazo, el escenario más probable es de volatilidad intensa, con saltos de optimismo seguidos de correcciones, a medida que lleguen nuevos datos de inflación y empleo. En el ecosistema cripto, la liquidez recreciente podría impulsar rotación hacia plataformas de smart contracts, infraestructuras DeFi y tokens de yield y staking.
Lo que observamos
Desde “Liberation Day” Bitcoin viene marcando mínimos ascendentes, defendió con éxito la media de 200 sesiones a fines de agosto y cada impulso alcista llegó acompañado de volumen creciente. Esa dinámica describe un sesgo de fondo alcista que los vendedores no han podido quebrar. El retroceso de agosto apenas tocó el 0,50 de Fibonacci en torno a 109k y dejó sin testear el 0,618 (~106k), lo que encaja como corrección superficial previa a nuevas tentativas de ruptura.
Hoy, las medias cortas de 9 y 21 sesiones ya se replegaron y giraron al alza, sirviendo de soporte dinámico en los 114–115k. El mercado trabaja un pivote en 116,5–117k y justo por arriba se ubica un bloque de oferta en 118,5–120k. Una ruptura diaria válida por encima de los 120k abriría camino hacia 121,8–123k, máximos del verano. La lectura del volumen es alentadora: sube en los tramos de avance y se contrae en retrocesos, patrón típico de “compradores en control”.
El recorte de la Fed no generó una ruptura bajista y Bitcoin se sostuvo sobre la 200 s y los soportes inmediatos, lo que el mercado interpretó como un mensaje neutral/no restrictivo. Llevamos ya varias sesiones en rango entre 114–118k, y esa compresión tras un rebote fuerte suele resolverse con expansión. La dirección dependerá del volumen que acompañe la salida.
Los niveles a monitorear están claros: resistencias en 118,5–120k y luego 121,8–123k; soportes inmediatos en 116–115k y 114k, con defensas más profundas en 109k y 106k. Dos cierres diarios por debajo de 109k invalidarían el escenario alcista. En sentido contrario, un breakout con volumen sobre 120k confirmaría la continuidad de la tendencia.
La Fed recortó, pero eso estaba en precio. Lo que cotiza ahora es el sendero que marque el dot plot y la confianza que transmita Powell. Con stablecoins en máximos, money market funds con más de 7,3 billones de dólares estacionados y un QT cada vez más lento, la liquidez potencial está ahí: la pregunta es cuándo y cómo se libera. Bitcoin, mientras tanto, mantiene su estructura técnica alcista y espera la validación de un breakout sobre los 120k para reconectar con los máximos de verano. Hasta entonces, la clave será defender 114–115k y seguir de cerca cada pista que llegue desde la Fed.
Columna con fines informativos. No representa asesoramiento financiero.