Trump anunció fuertes aumentos de aranceles a importaciones chinas y nuevas restricciones al software crítico de EE. UU., según confirmó Reuters. La reacción fue inmediata: el Nasdaq cayó 3,6%, el S&P 500 retrocedió 2,7% —su peor día desde abril— y el índice de semiconductores se hundió en bloque. Empresas como Nvidia, AMD, Tesla y Amazon perdieron más del 2% en la jornada.
El contexto político amplificó el impacto.
China había restringido la exportación de tierras raras días antes, y el presidente estadounidense endureció su discurso comercial mientras se negaba a reunirse con Xi Jinping. Al mismo tiempo, el cierre parcial del gobierno estadounidense impedía la publicación de datos oficiales de inflación y actividad, generando un vacío informativo que exacerbó la volatilidad. El VIX, barómetro del miedo, se disparó.
Varios analistas interpretaron el anuncio como una jugada de “bait mediático”: un golpe de efecto diseñado para dominar la agenda en medio del shutdown y desplazar el foco de los temas internos.
El patrón no es nuevo: en episodios anteriores, Trump ha utilizado la política arancelaria como herramienta de presión —y de comunicación—, provocando picos de volatilidad que luego se moderan a medida que la implementación se diluye.
En cualquier caso, el efecto inmediato fue real: los flujos globales se movieron hacia activos refugio, y el mercado cripto —aún correlacionado con el riesgo tecnológico— sintió el golpe. Bitcoin cayó con fuerza, pero su reacción posterior fue más reveladora que la propia caída.
Lo que observamos
Lo que observamos
Volumen vertical y limpieza institucional
El gráfico mostró un aumento abrupto de más del 400% en el volumen en el momento exacto del derrumbe. En menos de una hora, BTC cayó 11,45% (–13.800 USD), barriendo todas las posiciones largas apalancadas entre 118.000 y 112.000 USD hasta tocar los 107.500 USD, justo donde convergen el 0,382 de Fibonacci y un bloque histórico de órdenes pendientes.
Esa precisión técnica y la posterior recuperación del 40% de la caída en cuestión de minutos no dejan lugar a dudas: hubo manos grandes comprando.
De distribución a reacumulación
Tras semanas de lateralización con volumen descendente, el mercado necesitaba una limpieza de apalancamiento. La caída actuó como reoxigenación del rango: se retiró el exceso de posiciones especulativas y se permitió recomprar BTC a precios de descuento.
Estos movimientos, típicos de los market makers, suelen anticipar fases de reacumulación, siempre que el soporte técnico clave (107.500–109.000 USD) se mantenga firme.
El dinero grande no se fue, rotó
Las métricas on-chain —aún en validación— apuntan a retiros netos de exchanges, lo que refuerza la tesis de que el capital institucional aprovechó la caída para rotar posiciones y absorber liquidez minorista.
La estructura recuerda al episodio de marzo de 2024, cuando Bitcoin cayó momentáneamente a 78.900 USD antes de iniciar un rally superior al 45%.
El espejo de 2023–2024
La historia rima: como en el rally previo, Bitcoin vuelve a encontrarse con el ratio de expansión 0.618 (121–123K) tras una fase de consolidación. Cada vez que este nivel fue superado con volumen, siguieron impulsos de +35% a +60%.
Si el soporte actual resiste, el patrón podría repetirse con una proyección hacia 164K y, eventualmente, 230–240K, extensión equivalente a la onda Y del ciclo actual.
Soporte de validación: 107.500–109.000 USD → defensa estructural del rango.
Volumen de recuperación: barras verdes con volumen decreciente = absorción completada.
Confirmación alcista: cierre diario >118.000 USD → anula la caída y confirma continuidad de ciclo.
El movimiento reciente quedará registrado no como un colapso, sino como una jugada de ingeniería de mercado: “dejaron caer el precio para volver a llenarse”.
El desplome de Bitcoin tras el anuncio de Trump no fue señal de debilidad, sino de renovación de flujo institucional. La secuencia —venta masiva, barrido de stops, absorción y rebote inmediato— encaja con un patrón clásico de reacumulación.
Mientras el soporte de 107.500 USD se mantenga y el rango superior de 118.000 USD se rompa con volumen, el mercado podría estar gestando el próximo tramo expansivo del ciclo.
El golpe político fue real, pero en Bitcoin, el mensaje de fondo es otro. Las ballenas no salieron del agua; solo hicieron espacio para seguir nadando.
Columna con fines informativos. No representa asesoramiento financiero.
