La reciente caída rompió el soporte inmediato de $3,800, pero se detuvo justo en una zona de confluencia técnica: el retroceso 0.236 de Fibonacci y el bloque de volumen histórico entre $3,300 y $3,500. A simple vista, parece una corrección controlada, pero bajo esa calma se esconden señales que piden cautela.
El volumen decreciente en la caída indica falta de convicción bajista, sí, pero también ausencia de compradores decididos. Es una fase de pausa más que de acumulación real. Mientras tanto, la media móvil de 200 días actúa como soporte dinámico, aún sin mostrar un giro claro. Si el precio pierde esa referencia, el riesgo de que la corrección se profundice aumenta de forma considerable.
Por ahora, el comportamiento encaja con una onda X dentro de un ciclo mayor: un movimiento de respiro antes de un nuevo impulso. Para que esa lectura optimista se mantenga, Ethereum deberá defender el rango entre $3,300 y $3,500 y, sobre todo, romper con decisión los $3,850 – $3,900. Solo entonces podría proyectar una nueva expansión hacia $4,200 – $4,300, validando la continuación del ciclo.
Pero el mercado no otorga segundas oportunidades: si el precio perfora los $3,200, el escenario cambiará drásticamente. Esa ruptura transformaría la corrección actual en una fase bajista más amplia, con objetivos técnicos en los $2,700 – $2,400, equivalentes al 0.382 y 0.5 de Fibonacci.
En resumen: Ethereum no está débil, pero sí vulnerable.
La estructura aún se sostiene, aunque el soporte que la mantiene es frágil y está siendo puesto a prueba. Los compradores impacientes pueden ver en esta pausa una oportunidad, pero los inversores con experiencia saben que las ondas X engañan: son silenciosas, limpias y parecen inofensivas… justo antes de decidir la próxima dirección del mercado.
Hoy más que nunca, el mensaje es claro: la paciencia vale más que la entrada perfecta.
Ethereum puede estar descansando, o simplemente tomando aire antes de un tramo más profundo. El próximo movimiento, no el actual, será el que defina si esta corrección fue una pausa saludable o el inicio de una fase de mayor ajuste.

