En las últimas semanas se observó una salida masiva de XRP de plataformas centralizadas, especialmente de Binance.
De acuerdo con reportes de mercado, casi 300 millones de XRP fueron retirados, alcanzando mínimos de reservas no vistos desde 2024.
Para los analistas, este movimiento implica acumulación fuera del circuito de trading abierto: las llamadas “manos fuertes” o tenedores de largo plazo prefieren custodiar su activo en billeteras frías.
En términos prácticos, esto reduce la oferta líquida disponible y, si la demanda se mantiene, crea condiciones favorables para presiones alcistas.
Sin embargo, el comportamiento institucional en torno a XRP sigue siendo ambivalente: el capital grande observa, pero aún no entra de lleno.
El rumor —cada vez más persistente— de un ETF spot de XRP para antes de octubre de 2025 ha sido suficiente para encender el debate.
Analistas del mercado de derivados destacan que los futuros de XRP en CME Group alcanzaron récords de interés abierto, una señal de que la atención institucional está creciendo.
De concretarse la aprobación, el activo podría dar un salto de calidad:
Pasaría de ser una “cripto de utilidad” a un activo regulado y vehiculizable para fondos tradicionales, abriendo la puerta a un flujo de dinero mayor y más estable.
Pero como todo catalizador potencial, también puede volverse un riesgo: si los ETF se retrasan o son rechazados, el mercado podría sufrir una ola de decepción especulativa.
Desde el punto de vista técnico, XRP se encuentra navegando una zona decisiva entre 2.60 y 2.80 dólares.
Esa franja actúa como bisagra de tendencia:
por encima de 2.80, la ruptura podría habilitar una extensión hacia 3.30 o más,
mientras que por debajo de 2.50, el escenario se vuelve correctivo, con proyecciones hacia 2.20–2.30.
El rango está definido y las manos institucionales parecen esperar confirmaciones: volumen, consistencia y validación del soporte antes de tomar posiciones más grandes.
Otro factor que alienta el optimismo es la histórica fortaleza del cuarto trimestre para XRP.
Según registros de mercado, entre octubre y diciembre el token promedia rallys de +50 %, impulsados por narrativas institucionales, avances legales o eventos especulativos.
Pero el contexto actual es distinto: los inversores esperan un catalizador real, no solo estacionalidad.
La acumulación es positiva, pero sin detonante —como la confirmación del ETF o un nuevo hito regulatorio—, el impulso puede agotarse antes de materializar una tendencia sostenida.
Lo que observamos
El gráfico semanal de XRP/USDT muestra un detalle que pasa inadvertido: el volumen comprador masivo de noviembre de 2024, que dio origen al ciclo actual y rompió una estructura bajista de varios meses.
Aquel impulso llevó al activo desde mínimos hasta el rango 3.00–3.50 USD, donde hoy conserva su equilibrio estructural.
Durante ese mes, el volumen semanal alcanzó niveles que no se veían desde 2021, marcando la entrada de dinero institucional.
Esa ola de compras creó un bloque de valor entre 2.40 y 2.80 USD, ahora convertido en soporte histórico.
Incluso tras el fuerte retroceso de octubre de 2025 —cuando XRP llegó momentáneamente a romper los 2.40 USD— el mercado reaccionó con fuerza: una mecha larga y un rebote inmediato que delatan absorción institucional.
No hubo continuación bajista, sino recuperación sostenida hacia la media, lo que sugiere que los grandes compradores siguen defendiendo el piso del ciclo.
Técnicamente, la MA200 semanal continúa ascendiendo, y el volumen, aunque menor que en 2024, mantiene un patrón saludable de retención: los holders de largo plazo no están vendiendo.
Mientras XRP se mantenga por encima del bloque de soporte 2.40–2.60 USD, la tendencia estructural sigue siendo positiva.
Una expansión validada desde aquí podría proyectar objetivos hacia los 4.50–5.00 USD, con extensión potencial a 6.00 USD, coincidente con el 1.618 de Fibonacci.
XRP combina fundamento, acumulación y memoria de ciclo.
La defensa institucional en la base de los 2.40 USD y la narrativa ETF mantienen viva la expectativa de un nuevo impulso, pero el mercado exige confirmación: volumen, ruptura y validación.
Por ahora, el activo sigue en pausa, sostenido por la misma fuerza que encendió su rally hace un año.
Y en un mercado donde la paciencia escasea, esa resiliencia vale más que cualquier titular.
Columna con fines informativos. No representa asesoramiento financiero.

Lo que observamos
