Desde que arrancó 2025, XRP se ha mantenido en una especie de zona de confort, oscilando dentro de un canal bien definido entre los 2,00 y 2,60 USDT. A pesar de que la corrección desde su máximo histórico superó el 50 %, lo cierto es que el precio ha respetado con firmeza la media móvil exponencial de 200 días (EMA 200), un nivel técnico clave que además coincide con la zona de mayor volumen negociado, entre 2,20 y 2,35 USDT.
Con el paso de los meses, la volatilidad fue disminuyendo y el gráfico fue esbozando un triángulo simétrico: los máximos comenzaron a caer desde abril y los mínimos a subir desde mayo. Esta formación técnica es clásica y suele anticipar un movimiento fuerte, en cualquier dirección.
El volumen se enfría, pero da señales
En cuanto al volumen y el momentum, el escenario muestra signos de estabilización. La caída en la actividad que comenzó en enero parece haberse detenido. Las correcciones más recientes trajeron menos presión vendedora, y el OBV (On Balance Volume) dejó de marcar nuevos mínimos. Al mismo tiempo, el RSI diario ha respetado la zona de los 45 puntos, incluso cuando el precio amagó con perforar los 2,05 USDT. Este comportamiento insinúa una divergencia alcista, es decir, una posible absorción de la oferta. Si el OBV logra romper el máximo de mayo, estaríamos ante una señal clara de entrada de dinero fresco.
Niveles que definen el juego
Todo parece girar en torno a niveles bien establecidos. En caso de que el precio cierre por encima de los 2,62 USDT y lo haga con un volumen al menos un 25 % superior al promedio de las últimas 20 sesiones, el camino quedaría despejado primero hacia los 2,85 y luego hacia la zona de 3,05 USDT, donde confluyen una resistencia anterior y un cúmulo importante de liquidez.
En sentido contrario, una pérdida sostenida de los 1,98-2,00 USDT —especialmente si viene acompañada por un repunte de volumen— podría habilitar caídas hacia los 1,80 USDT, e incluso los 1,60 USDT, nivel que representa el 61,8 % del retroceso de todo el bull run de 2024-2025. Un cierre por debajo de los 2,20 USDT, además, pondría en duda la divergencia alcista y la secuencia de mínimos ascendentes.
Los derivados marcan cautela
En el mercado de derivados, el panorama es cauteloso: los contratos perpetuos se negocian con un funding neutro o ligeramente negativo, y las opciones muestran una preferencia por las puts de corto plazo. Este sesgo defensivo implica que, de producirse una ruptura al alza, podría acelerarse rápidamente por cierre de cortos (short covering). En cambio, un aumento del funding positivo sin acompañamiento en el precio podría señalar una trampa alcista.
¿Y el contexto externo?
Dos factores externos podrían actuar como catalizadores potentes. Por un lado, el esperado desenlace del conflicto legal entre la SEC y Ripple, cuya resolución podría llegar en el tercer trimestre. Por otro, los rumores sobre la eventual aprobación de ETF al contado para altcoins en Estados Unidos, también proyectados para la segunda mitad del año. Cualquiera de estas noticias podría ser la chispa que saque a XRP de su letargo técnico. Claro, un fallo desfavorable, en cambio, reforzaría el caso bajista.
XRP se encuentra en una auténtica bisagra técnica: la convergencia de la EMA 200, el clúster de volumen más relevante y las directrices del triángulo simétrico tienen al mercado en vilo. La ruptura de esa compresión, ya sea al alza o a la baja, marcará el próximo gran movimiento. Hasta entonces, la paciencia manda, y la volatilidad sigue acumulando energía.
Columna con fines informativos. No representa asesoramiento financiero.