Bitcoin y Ethereum reaccionaron con fuerza tras la publicación del dato de inflación de julio en Estados Unidos. El precio de Bitcoin subió un 0,5% hasta los 119.000 dólares, mientras que Ethereum ganó más de un 5% para alcanzar los 4.400 dólares. El impulso llegó después de que el Índice de Precios al Consumidor (CPI) mostrara un aumento mensual del 0,2% y una tasa anual del 2,7%, con el IPC subyacente subiendo un 0,3% en el mes y un 3,1% en el año.
Aunque a simple vista estos datos parecían estar dentro de lo previsto, la lectura dejó matices que los operadores interpretaron de maneras distintas:
El CPI general mostró una desaceleración mensual (de 0,3% en junio a 0,2% en julio), aliviando temores inmediatos de presiones inflacionarias.
El Core CPI, sin embargo, subió en términos anuales (de 2,9% a 3,1%), lo que mantiene la atención sobre los componentes más persistentes, como vivienda y servicios.
Expectativas vs. realidad
De acuerdo con Trading Economics, el consenso esperaba un 0,2% mensual y 2,8% anual para el índice general, y 0,3% mensual y 3,0% anual para el subyacente. La cifra real:
Coincidió con las previsiones en la parte mensual de ambos indicadores.
Quedó ligeramente por debajo de lo esperado en el anual general.
Superó lo estimado en el anual subyacente.
Este “empate técnico” entre señales bajistas y alcistas de la inflación generó un escenario de interpretación selectiva: algunos traders pusieron foco en la moderación de la lectura general; otros, en la persistencia del núcleo inflacionario.
Bitcoin y Ethereum, ganadores inmediatos
En medio de ese juego de balances, el mercado cripto reaccionó con verde. Bitcoin subió un 0,5% hasta los $119.000, mientras que Ethereum se robó el protagonismo con un salto superior al 5%, hasta los $4.400.
La dinámica no es nueva: alrededor de eventos macro de alto impacto como el CPI, la liquidez se concentra antes de la publicación, los libros de órdenes se adelgazan, y tras el dato se produce un ajuste rápido de posiciones. En esta ocasión, BTC y ETH capturaron la mayor parte del flujo inicial, dejando al resto de altcoins rezagadas.
El contexto macro que importa
Este reporte se inserta en una narrativa más amplia. Por un lado, un CPI general más suave reduce la presión inmediata sobre la Reserva Federal para endurecer aún más la política monetaria, especialmente si la tendencia se consolida en los próximos meses. Por otro, un Core CPI elevado mantiene vivo el debate sobre hasta dónde la Fed puede flexibilizar su postura sin perder credibilidad frente a su meta del 2%.
En los mercados, este tira y afloja se traduce en un vaivén de expectativas sobre tasas de interés, lo que a su vez influye en activos de riesgo como las criptomonedas.
Implicaciones para el trading
La reacción de Bitcoin y Ethereum muestra que, a pesar de la volatilidad macro, los inversores siguen viendo oportunidades en el corto plazo cuando los datos se alinean, aunque sea parcialmente, con sus sesgos.
En Ethereum, el impulso adicional puede vincularse a narrativas propias del ecosistema:
Compras corporativas agresivas en semanas recientes.
Expectativa por desarrollos técnicos y de escalabilidad.
Posicionamiento institucional creciente a través de ETFs spot y futuros.
Bitcoin, por su parte, encontró soporte en el techo psicológico de los $120.000, que sigue siendo un punto de referencia clave para traders técnicos.
Lo que viene
El dato de julio no definirá por sí solo la dirección de la política monetaria, pero sí añade una pieza importante al rompecabezas. Los próximos informes de empleo y gasto del consumidor serán cruciales para reforzar o cambiar las expectativas.
En el mercado cripto, la lectura es simple: mientras los datos no muestren un repunte fuerte de la inflación, la narrativa de “activo refugio” y “apuesta de crecimiento” puede coexistir. Esto, sumado a catalizadores propios de cada blockchain, mantiene viva la posibilidad de nuevos máximos si las condiciones macro no empeoran.
En resumen, Bitcoin y Ethereum no solo reaccionaron al dato de inflación; lo capitalizaron. Y si algo deja claro esta jornada, es que los mercados cripto siguen afinando su capacidad para leer entre líneas los mensajes de la economía tradicional.