A medida que los activos digitales ganan terreno en los mercados tradicionales, una idea se impone como clave para su adopción masiva: la interoperabilidad. El futuro de la infraestructura financiera sobre blockchain no será un ecosistema fragmentado en redes aisladas, sino un sistema conectado, ágil y eficiente, donde activos, datos y aplicaciones puedan moverse sin fricciones entre blockchains públicas y privadas.
La interoperabilidad como clave para la adopción de activos digitales
Hoy, muchas instituciones que están explorando la tokenización de activos —como bonos soberanos, fondos del mercado monetario o créditos comerciales— enfrentan un desafío estructural: las blockchains funcionan como compartimentos estancos. Esto limita la liquidez, encarece la integración técnica y obliga a elegir una sola red, reduciendo flexibilidad y alcance. La interoperabilidad busca resolver ese cuello de botella, permitiendo que un activo tokenizado en una red pueda moverse libremente a otras, integrarse con distintas aplicaciones descentralizadas y adaptarse a regulaciones específicas sin perder trazabilidad ni seguridad.
Un ejemplo reciente que muestra esta necesidad es la iniciativa del gobierno de Estados Unidos para llevar datos económicos oficiales a la blockchain. El Departamento de Comercio de EE.UU. trabaja junto al equipo del ecosistema Wormhole, Pyth Network, para verificar y publicar esta información en múltiples blockchains, con Wormhole asegurando la mensajería multichain. Al distribuir los datos de forma nativa en varias redes, en lugar de limitarse a una sola, se garantiza mayor accesibilidad: cualquier aplicación que funcione en alguna de esas blockchains puede usar la información directamente, sin intermediarios ni integraciones adicionales. Este modelo reduce la dependencia de una única red y permite que desarrolladores y empresas de distintos ecosistemas construyan sobre la misma fuente confiable de datos.
En paralelo, Argentina atraviesa un momento clave. El lanzamiento del sandbox regulatorio para la tokenización de activos abre una ventana de oportunidad para que bancos, fintechs y administradoras comiencen a experimentar con estas tecnologías en un entorno controlado. Varias instituciones ya iniciaron pilotos con activos digitales, marcando el paso de la curiosidad exploratoria a la implementación concreta. La interoperabilidad será un factor decisivo en este proceso, asegurando que los activos tokenizados no queden encerrados en una red aislada, sino que puedan operar dentro de arquitecturas más amplias y flexibles.
Puentes, stablecoins y el rol de la interoperabilidad en Web3
«Las distintas blockchains resuelven problemas diferentes, por eso no existe una red que domine sobre las demás. Es ahí donde los puentes son esenciales: conectan ecosistemas, permiten incorporar activos del mundo real y ayudan a manejar los riesgos de descentralización. Las stablecoins interconectadas también juegan un papel clave, haciendo que los intercambios entre redes sean más rápidos, seguros y eficientes en un proceso fluido», explicó Juliana Walenkamp, Institutional Partnership Lead de Wormhole.
En este contexto, Wormhole se posiciona como una de las principales infraestructuras de interoperabilidad del ecosistema Web3. Su tecnología permite transferir activos y datos a través de más de 30 blockchains —entre ellas Ethereum, Solana, Base, Near, Optimism y BNB Chain— sin depender de exchanges centralizados. Esto mejora la eficiencia operativa, reduce riesgos y habilita nuevos modelos de negocio para desarrolladores, fintechs, fondos e instituciones financieras.
Wormhole: infraestructura clave para un futuro multichain
Con herramientas como Wormhole Connect, Native Token Transfers y una capa de mensajería validada por una red descentralizada de Guardianes, la plataforma hace posible que grandes instituciones como BlackRock, Apollo, VanEck, Securitize y muchas otras escalen sus productos en múltiples blockchains, multiplicando acceso y liquidez para sus inversores.
La interoperabilidad no es solo una mejora técnica: es una condición esencial para que las finanzas basadas en blockchain sean verdaderamente globales, abiertas y eficientes. Y actores como Wormhole ya están construyendo las bases para que esa visión se convierta en realidad.