El 21 de octubre, cuando el precio osciló bruscamente entre $110.552 y $114.019 antes de retroceder hacia los $108.000. El movimiento combinó un clásico short squeeze seguido de una cascada de liquidaciones largas, en un proceso que eliminó el exceso de apalancamiento acumulado en el mercado de derivados.
El efecto dominó del apalancamiento
Según datos de Coinglass, se liquidaron $435,6 millones en posiciones largas y $304,6 millones en cortas en solo 24 horas.
Cuando el precio de Bitcoin rompió la zona de liquidez en $111.500, las posiciones short fueron forzadas a cerrar en cascada, impulsando un repunte hasta los $114.000. Pero el impulso duró poco: el agotamiento comprador y la toma de ganancias activaron nuevas liquidaciones en el lado largo, generando un patrón clásico de “pop and flush”, típico de los reinicios de apalancamiento.
En torno a los $108.000, se registraron aproximadamente $320 millones en cierres forzados, con ligeras diferencias entre proveedores de datos según el rango horario considerado.
Neutralidad en derivados: señales de un mercado más limpio
Previo al evento, las tasas de funding se mantenían casi neutrales tras la venta de la semana anterior. Los contratos de futuros y perpetuos reflejaban un interés abierto (OI) estable, cercano a $26 mil millones.
En futuros, el OI subió un 0,91% diario hasta $3,47 mil millones.
En perpetuos, el total se mantuvo en torno a $969,7 mil millones, con una leve baja del 0,02%.
Las tasas de funding comprimieron de 0,005% a 0,004%, evidenciando una menor disposición de los traders a pagar primas por exposición larga apalancada. El mercado derivado, que en días previos mostraba desequilibrio, regresó a un estado de neutralidad, reduciendo el riesgo de nuevas oscilaciones violentas.
Condiciones para un reinicio real
Para confirmar un verdadero reset de apalancamiento, los analistas observan tres métricas clave durante las próximas 48 horas:
Que el interés abierto se mantenga por debajo de los picos anteriores, sin reconstruirse rápidamente.
Que el funding promedio en exchanges se mantenga cercano a 0%, reflejando equilibrio entre largos y cortos.
Que el volumen spot aumente como proporción del total, indicando que la demanda real no el apalancamiento está impulsando la acción del precio.
Otros indicadores a seguir son el comportamiento del basis en CME y los flujos hacia los ETFs spot de Bitcoin, que podrían validar la transición hacia un entorno más saludable.
ETF e impulso spot: señales alentadoras
De acuerdo con datos de Farside Investors, los fondos spot de Bitcoin registraron entradas netas por $214,3 millones al cierre del 21 de octubre, revirtiendo cuatro jornadas consecutivas de salidas por más de $1.000 millones.
La reaparición de flujos positivos hacia los ETF podría actuar como combustible para sostener el precio por encima de los $110.000, siempre que la demanda al contado absorba la presión residual del mercado de derivados.
En resumen, la jornada del 21 de octubre funcionó como una purga del exceso especulativo: un sacudón de $5.541 de rango intradía que devolvió al mercado cierto equilibrio. Si las próximas sesiones mantienen estabilidad en el open interest y el funding, podría confirmarse un escenario de “suelo limpio” antes de la próxima fase de volatilidad.