Una de las principales entidades financieras con sede en la ciudad estadounidense de Nueva York, Morgan Stanley, publicó un informe en donde explican que Bitcoin y los altcoins, ahora constituyen una nueva clase de inversión institucional.
El informe está titulado como «Bitcoin descifrado: una breve enseñanza e implicaciones», un trabajo que fue desarrollado por el departamento de investigación del banco multinacional de inversiones, que ofreció un panorama de los últimos seis meses de Bitcoin y presentó información sobre tendencias observables. Cabe señalar, que este informe responde a una actualización de un publicado anteriormente en diciembre del 2017, titulado «Bitcoin descifrado: una breve descripción y sus implicaciones».
En el inicio del trabajo de Morgan Stanley, se explica que en 2009, Bitcoin entró en el cómputo como una alternativa viable a los grandes «cárteles» bancarios después de que se emitió por primera vez a través de un software de código abierto. Logró un seguimiento similar al de un culto, y en 2012, fue el centro de atención de las noticias principales como el medio de transacción en el mercado negro en línea conocido como el mercado de la Ruta de la Seda, y debido a su creciente capitalización de mercado, atrajo la atención de empresarios, personas orientadas a la tecnología en todo el mundo, activistas, periodistas e iniciativas de criptografía basadas en blockchain seguidas en sus grupos.
De igual forma, se destaca que Bitcoin ha podido proporcionar un mecanismo de pago descentralizado que emplea el uso de un libro mayor distribuido. Si bien atrajo a algunos como un sistema novedoso capaz de interrumpir los modelos de negocios existentes, también demostró ser una verdadera herramienta para facilitar nuevas relaciones y vínculos económicos.
Como una moneda digital, su libro mayor distribuido facilita el procesamiento de transacciones de pago minoristas como el comercio electrónico, los pagos de persona a persona y las transacciones transfronterizas con menores costos y logística en comparación con lo que se obtiene en las instituciones financieras.
Por otro lado, el informe destacó desarrollos como el registro de todas las transacciones en un libro de contabilidad permanente, el surgimiento de tecnologías novedosas y más baratas que la de Bitcoin, la volatilidad en el mercado, el volumen de hacks y los forks duros como preocupaciones que han afectado el ecosistema de Bitcoin.
De acuerdo con el departamento de investigación de Morgan Stanley, algunos de los «cuellos de botella» que enfrentan los clientes que estaban interesados en invertir en la industria de la criptomoneda incluyen las disparidades regulatorias, la ausencia de soluciones de custodia reguladas y la falta de instituciones financieras formidables que operan en la industria.
Finalmente, el trabajo también registró el aumento gradual de los altcoins, que más o menos comenzó en 2017, pero se ha acelerado este año. La disminución en los precios de la criptomoneda provocó un aumento en la proporción de los volúmenes comerciales de BTC tomados por el USDT. Los intercambios estaban acostumbrados a intercambiar criptografía por criptografía con relativamente pocos involucrados en el comercio de criptografía por fiat.
La investigación, sin embargo, no considera que todas las estables sobrevivan a largo plazo. Los que sobrevivirían probablemente tendrán costos de transacción relativamente más bajos, una liquidez muy alta y una estructura reguladora clara.
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