Ripple Labs y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) están dando señales concretas de acercamiento. Ambas partes han solicitado a la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito mantener en suspenso sus respectivas apelaciones mientras avanzan en la formalización de un nuevo acuerdo. El movimiento es parte de un intento por cerrar, de manera definitiva, uno de los casos más emblemáticos del mundo cripto.
Un nuevo intento de acuerdo tras rechazo judicial
La solicitud, revelada el 17 de junio por el abogado defensor James Filan, sigue a la presentación de una renovada moción conjunta por parte de Ripple y la SEC el pasado 12 de junio ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York. En ella, ambas partes proponen disolver la orden judicial que pesa contra Ripple y redistribuir la multa civil de 125 millones de dólares que había sido establecida previamente.
La propuesta sugiere que 50 millones sean pagados a la SEC, mientras que los restantes 75 millones regresen a Ripple. Según los argumentos presentados, esta nueva fórmula busca resolver el conflicto de forma eficiente, sin necesidad de prolongar más el proceso legal, y está alineada con el enfoque que la SEC ha adoptado en otros casos similares en el ecosistema cripto.
El nuevo intento de acuerdo responde al rechazo, en mayo pasado, de una primera moción conjunta. En esa ocasión, la jueza Analisa Torres consideró que las partes no habían demostrado las “circunstancias excepcionales” necesarias para modificar una sentencia final. Sin embargo, en la nueva moción se detallan con mayor profundidad los fundamentos que justificarían la modificación de la decisión judicial original.
El caso emblema del ecosistema cripto
El conflicto entre Ripple y la SEC se ha convertido en un caso emblemático que ha definido parte del rumbo regulatorio del ecosistema cripto en Estados Unidos. La SEC acusa a Ripple de vender XRP como un valor no registrado, mientras que Ripple ha defendido que las ventas secundarias de su token no constituyen contratos de inversión.
En 2023, la corte determinó que XRP no es un valor cuando se negocia en mercados secundarios, una victoria parcial para Ripple. Sin embargo, ciertas ventas institucionales fueron consideradas como ofertas de valores no registradas, motivo por el cual se impuso la mencionada multa de 125 millones de dólares.
Este fallo marcó un precedente importante y ha sido citado en otros litigios similares dentro del entorno regulatorio estadounidense. Sin embargo, el caso no fue cerrado completamente y ambas partes iniciaron procesos de apelación, los cuales ahora podrían quedar en pausa mientras se formaliza un nuevo acuerdo.
Pausa en la Corte de Apelaciones
La nueva solicitud presentada ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito pide que se mantenga el proceso en abeyance (en espera), mientras se define si el tribunal de primera instancia acepta o no el nuevo acuerdo propuesto.
En la solicitud, Ripple y la SEC explican que un acuerdo permitiría evitar “litigios innecesarios” y sería consistente con los principios de eficiencia judicial y con la estrategia de resolución de conflictos que la SEC ha desplegado en otros contextos. Además, se comprometen a entregar un informe de estado antes del 15 de agosto de 2025, actualizando a la corte sobre el progreso del acuerdo.
¿Un cierre definitivo?
Aunque el acuerdo aún no ha sido aprobado por la corte del distrito, muchos observadores consideran que esta podría ser la vía más realista para cerrar el largo conflicto judicial. Para Ripple, sería una forma de poner fin a la incertidumbre legal que ha afectado tanto a su negocio como a la percepción pública de su token, XRP. Para la SEC, en cambio, representaría una forma de resolver un caso complejo sin sentar precedentes judiciales adicionales.
Con esta jugada, ambas partes parecen estar dispuestas a dejar atrás un capítulo clave en la historia regulatoria del mundo cripto. El desenlace aún está por escribirse, pero si el acuerdo es aprobado, podría convertirse en un modelo de resolución para futuros casos similares.