Las máquinas tragamonedas han jugado un rol importante en los casinos hace décadas, captando la atención de millones de jugadores que sueñan con lograr ganancias millonarias. Este fenómeno creció exponencialmente como vemos en esta guía, y trajo consigo una evolución y sofisticación de las estrategias de fraude. Por suerte, cada fraude que se descubre sirve para mejorar las tácticas de prevención y en este artículo vamos a conocer los casos más emblemáticos.
El fraude de Ronald Dale Harris
Uno de los fraudes más recordados en la historia de las tragamonedas fue realizado por Ronald Dale Harris, un ex programador del Nevada Gaming Control Board. Harris tenía acceso a los códigos de las máquinas y alteró su configuración para garantizar que ciertos patrones de juego activaran grandes pagos. Su esquema fue descubierto después de que a uno de sus cómplices lo atraparon luego de ganar repetidamente en uno de los tragamonedas.
Este caso sirvió para reforzar la seguridad interna de los casinos y la vigilancia permanente de la industria del juego. A partir de casos como este, las casas de apuestas han mejorado los protocolos de seguridad y han incrementado el monitoreo de la actividad de sus empleados.
El hackeo de los «Hermanos Blondas»
Uno de los cambios más notables que trajo la era digital fue la posibilidad de hackear y manipular las máquinas tragamonedas sin necesidad de tener acceso físico, utilizando unicamente el software. El caso de los «Hermanos Blondas» fue un grupo de hackers rusos que desarrollaron una aplicación móvil que podía predecir cuando una máquina estaba a punto de pagar un premio importante. El sistema estaba diseñado a partir de ingeniería inversa observando el comportamiento de las máquinas para identificar patrones en las figuras generadas y predecir el momento oportuno para jugar y ganar premios. El grupo logró aprovechar su estrategia en múltiples casinos del mundo antes de ser capturados y encarcelados.
El fraude del “Botón de la suerte”
El botón de la suerte fue un dispositivo desarrollado por un experto grupo de ingenieros que se conectaba a través de un puerto USB a las máquinas tragamonedas para cambiar el sistema interno y garantizar grandes pagos. La banda criminal eran expertos en sistemas de juegos de casino y aprovecharon sus conocimientos para desarrollar el dispositivo que podía ser utilizado en muchos establecimientos.
Este fraude llevó a la implementación de medidas de seguridad extra, como la encriptación de los puertos USB para detectar dispositivos no autorizados. Además, los casinos comenzaron a realizar auditorías frecuentes de sus máquinas para detectar cualquier tipo de manipulación.
La estafa de Dennis Nikrasch
Dennis Nikrasch fue un infame estafador de máquinas tragamonedas que logró robar millones de dólares a través de un ingenioso sistema. Combinando sus habilidades técnicas y el acceso que tenía a informantes dentro de los casinos, Nikrasch lograba abrir las máquinas y reprogramaba los chips para generar grandes premios. Su método fue perfeccionado a lo largo de los años para evadir constantemente su captura.
Finalmente Dennis Nikrasch fue capturado en 1998, luego de que su equipo fuera captado por las cámaras de seguridad del Stardust Casino y Resort en Las Vegas. Con la ayuda del FBI, las autoridades irrumpieron en su casa, dónde encontraron múltiples dispositivos de fraude que fueron usados a lo largo de 20 años por el estafador.
El fraude del «Ticket de cortesía»
Este método no es muy conocido pero fue altamente efectivo durante varios años. En este esquema los estafadores lograban acceder al software de las máquinas tragamonedas para generar tickets falsos de premios con grandes sumas de dinero que se canjeaban por efectivo en las cajas del casino. Este fraude llevó a tener que fortalecer la verificación de la autenticidad de los tickets emitidos.
El esquema de Tommy Glenn Carmichael
Carmichael fue uno de los estafadores más prolíficos de la historia en los tragamonedas, utilizando dispositivos como el «slider» o la «light wand» para manipular los sensores y liberar pagos extraordinarios. El slider simulaba una moneda que permitía jugar muchas veces sin gastar dinero real y la light wand era un dispositivo que emitía una luz para interferir con el sensor de la máquina, simulando el paso de una moneda que también permita jugar gratis.
El caso de Monique Laurent
Monique Laurent y su equipo, que incluía a su hermano y a su novio, utilizaron una pequeña cámara oculta en una caja de cigarrillos para filmar el interior de las máquinas tragamonedas. Con esta información, la banda podía manipular los resultados para ganar grandes sumas de dinero hasta el año 1980 que fueron capturados por la policía.
Fraudes mediante el uso de tarjetas falsificadas
Con la digitalización y el uso de tarjetas para jugar en lugar de monedas, surgió un nuevo tipo de fraude. Algunos estafadores comenzaron a falsificar estas tarjetas, cargándolas con créditos falsos para acreditar en las máquinas. Estas tarjetas permitían a los jugadores obtener tiros gratis que les den eventuales ganancias sin pagar para jugar.
